Solo (2015)

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

En “Solo” (Argentina, Uruguay, Holanda, 2013) el protagonista Nelson (Enrique Bastos) deambula en su rutina cansino y apocado. Busca algún indicio que pueda ofrecerle un cariz diferente a sus días, y más allá que la música, y en particular la trompeta le permiten algún escape, el entorno en el que desarrolla su profesión no es el más adecuado para poder explorar muchas opciones.
Será por eso que el director Guillermo Rocamora en su ópera prima se permite detenerse en la vida de Nelson para hablar de algunas instituciones en decadencia y que han erigido su poder desde una impronta que ya casi ni posee razón de ser.
La posibilidad de contemplar los días de este músico que sobrevive gracias a su aporte a una banda militar mientras sueña, nostálgico, con poder vivir como un exitoso músico en la vida real, generan una empatía con el protagonista de manera inmediata.
Y justamente esta conexión que se produce con el personaje posibilita la superación de algunas situaciones que no hablan bien de él, como para el caso el desapego que mantiene con algunos vínculos cercanos a él.
En la relación que tiene con Nelly (Claudia Cantero), en su eterna indefinición ante el vínculo que desea mantener con ella hay algo maniqueo que además permite comprender aún más la psicología de este personaje.
Porque si así se mantiene alejado con la persona que más desea estar con él, que le cocina, lo espera, lo escucha, los otros acercamientos, con su madre (Marilú Marini) o la empleada de ésta (Rita Terranova) también hablan de cómo la vida le presenta personas y él va descartándolas sin siquiera reparar en la pérdida.
Pero cuando una posibilidad se presenta, la de participar en un certamen de canciones inéditas, con su propio material, su vida se ilumina, y de esa primera parte contemplativa y bucólica, pasamos a una etapa luminosa en donde la música le abre los ojos intempestivamente hacia un mundo nuevo.
Claro está que para poder cumplir con las leyes narrativas, Nelson deberá tomar una decisión que lo acerque a su sueño o que lo aleje, porque al mismo tiempo que la suerte comienza a girar el tablero a su favor el guión le pondrá un obstáculo que quizás le coarte su capacidad creativa o no.
“Solo” es una película íntima y contemplativa sobre la vida de una persona que sólo quiere vivir para lo que viene haciendo desde niño, pero que además intenta superarse y no quedarse sólo con lo malo y lo negativo que hasta el momento se le vino presentando.
Interesante coproducción que reposa en un personaje para hablar de un micro universo particular. La habilidad de Rocamora radica en crear una inmensa historia desde una anécdota, que termina, además, universalizando su propuesta.