Sicario

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

¿Podemos afirmar ya con este filme que Denis Villeneuve es uno de los directores más creativos y talentosos que el último cine internacional ha ofrecido? Porque en la habilidad con la que construye lentamente el contexto y las escenas para que los protagonistas de “Sicario” (USA, 2015) jueguen la sangrienta epopeya en la que se ven inmersos, está la mano de un artista que, además, ama el cine como expresión cultural.
“Sicario” posee una trama simple que dispara un conflicto también clásico, buceando en el trabajo de un equipo multidisciplinario para combatir el narcotráfico en la frontera USA/México, Villeneuve habla de cuestiones como la lealtad, la pasión por las tareas y, principalmente, de los egos que devoran la posibilidad de construir esfuerzos mancomunados para terminar con los objetivos, y en el fondo, muy en el fondo, de poder clarificar posiciones fundamentalistas sobre la inmigración y sus derivados.
“Sicario” arranca con una movilizante secuencia en la que vemos como un grupo de elite, comandado por una agente del FBI llamada Kate (Emily Blunt), desenmascara, de manera imprevista, miles de asesinatos realizados hace tiempo dentro de una vivienda en la que se creía que se iba a encontrar un laboratorio ilegal de drogas.
El horror que habita el lugar es explorado no sólo con primerísimos primeros planos, sino que, además, se lo refuerza con cada uno de los vómitos del miembro del equipo que asistió a tamaña atrocidad.
Villeneuve nos introduce en ese siniestro hogar para contextualizar una historia en la que lentamente, y a medida que se incorporen otros personajes oscuros como los que interpretan Josh Brolin o Benicio del Toro, tan necesarios para esta tragedia como lo es Kate.
Luego de superar esa primera prueba, la mujer acepta un ofrecimiento para desenmascarar el cartel que detrás de la matanza se encuentra, y que sigue asesinando a miles diariamente a través de las drogas que reparte en la ciudad.
La aridez del paisaje, además, suma un factor importante al relato, con imponentes espacios abiertos que no hacen otra cosa que remarcar la soledad de los protagonistas, tan pequeños frente a la aventura que emprendieron como ante sus particularidades y miedos y deseos personales.
El relato avanzará a fuerza de idas y venidas entre el trío, con una hiperbolización de las características de cada uno y pensando por momentos en un cuento del que emana una poesía tan única como inexplicable.
“Sicario” funda su historia en la muerte, se regodea en ella y a pesar de intentar escaparse, como su protagonista femenina de ella, termina por encerrarse en un laberinto del cual no puede nunca más salir, hasta claro, la revelación final.
Hermana de “Trash”, pariente cercana de “Heat” y con una narración que abruma en detalles e información sobre el conocimiento de la droga y el sórdido mundo que la habita, “Sicario” es una de las películas de la temporada, y que a pesar de esto, puede pasar desapercibida para los espectadores por su imposibilidad de capturar su esencia en una mera sinopsis descriptiva.