Si no despierto

Crítica de Jesús Rubio - La Voz del Interior

La sorpresa de la semana

Está basada en la novela de Lauren Oliver y tiene como protagonista a una chica que queda atrapada en una pesadilla recurrente.

Siempre es estimulante encontrarse con películas como Si no despierto (Before I Fall), porque abren las puertas del pasado reciente del cine a las nuevas generaciones. El filme dirigido por Ry Russo-Young, basado en la novela homónima de Lauren Oliver, tiene como fuente inspiradora una de las obras maestras de la década de 1990: Hechizo del tiempo (Harold Ramis, 1993). Los jóvenes que no conozcan la gema protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell verán como una novedad la propuesta argumental de este estreno, con ese día que se repite como un loop pesadillesco en la vida de los personajes.

La joven Sam (Zoey Deutch) se levanta como todas las mañanas para ir al colegio. La pasa a buscar su mejor amiga en su camioneta y luego buscan a otras dos amigas más. En el colegio reciben rosas por el día de Cupido y se preparan para ir a una fiesta en la casa de unos de sus compañeros, interesado en Sam. En el almuerzo del colegio se dan tiempo para burlarse de la marginada del curso, a quien tratan de sociópata. Luego parten a la fiesta, pero la diversión dura poco, ya que en el mejor momento se arma una discusión fuerte con la excluida del grupo que llega sorpresivamente al lugar. Tras el incidente, las adolescentes deciden irse sin saber que en la ruta las espera un destino fatal.

Si bien la película está basada en un best seller para público adolescente, demuestra una preocupación de índole cinematográfica más que comercial. Si no despierto juega en serio con el argumento de Hechizo del tiempo y, a su vez, se permite marcar una diferencia de fondo.

Aquella era una película optimista, que al final mostraba la superación del personaje principal y su entrega sincera al amor. Si no despierto es pesimista, ya que Sam parece aceptar su destino al no poder librarse de ese bucle temporal. En principio, no cree que su personaje pueda cambiar su destino, por más que mejore como persona, como ocurría con la otra protagonista.
En Si no despierto todo encaja a la perfección y la banda sonora tiene una lista de canciones pop pegadizas que suman puntos en el balance final.

La película es también una reflexión sobre las consecuencias del bullying y una entretenida alegoría de la adolescencia, esa etapa de la vida donde se vive en un presente perpetuo.