Sexo desafortunado o porno loco

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

El noveno largometraje del prolífico director de Everybody in Our Family, Aferim!, Corazones cicatrizados (Scarred Hearts), The Dead Nation, I Do Not Care If We Go Down in History as Barbarians y Uppercase Print comienza con una escena de sexo explícito. Emi (Katia Pascariu) y su marido se disfrazan, se provocan y proponen distintos juegos sexuales mientras se filman. Nada demasiado perturbador y que no se repita en la intimidad de miles de parejas. Sin embargo, el video casero cae en manos inescrupulosas, es subido a un sitio porno y se hace viral.

El problema es que pronto la noticia llega a la comunidad educativa en la que Emi es docente y no quedará directivo, colega, padre ni alumno sin haber visto las muy explícitas imágenes. La reacción es inmediata: en el seno de una sociedad conservadora y mojigata como la rumana se plantea la imperiosa necesidad de una sanción ejemplar contra alguien que debería ser un modelo y ejemplo, pero se ha convertido en poco menos que una aberración.

Este tríptico (los segmentos se titulan One-way Street, Short Dictionary of Anecdotes, Signs, and Wonders y Praxis and Innuendos: Sitcom) pendula entre el documental, el ensayo casi enciclopédico, la sátira al borde del grotesco y el drama personal de una mujer embarcada en una lucha desigual por defender sus derechos, sus principios, sus convicciones y, sí, su dignidad. ¿Qué es obsceno, pornográfico o perverso hoy? ¿Un video íntimo que debió quedar en el marco de una pareja o la caza de brujas y la censura social?

Estos son solo algunos de los inteligentes, incómodos e inquietantes dilemas que Radu Jude (quizás el más audaz de los directores rumanos en actividad) plantea en este film rodado en plena pandemia. La forma en que la protagonista camina por las calles de Bucarest en pleno verano con su barbijo no es solo una exposición de estos tiempos de Coronavirus sino también una suerte de símbolo y metáfora de una mujer obligada a refugiarse, a taparse, a callarse frente al virus de los prejuicios, la hipocresía, la cancelación y el fanatismo en nombre de una moral superior.