Selma: el poder de un sueño

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

LA UNION HACE LA FUERZA

"Selma: el poder de un sueño" (2014) de Ava DuVernay, narra los sucesos que expusieron al común de la gente el drama que estaban atravesando los ciudadanos negros de la pequeña ciudad de Selma.

En su afán por independizarse de una vez de las viejas ataduras y liderados por Martin Luther King, este grupo de activistas intentó pasar por el puente que unía Selma con Montgomery pero les fue impedido el paso.

Detrás de esa negación, con una violenta represión transmitida en directo por los medios de comunicación, el grito de personas comunes exigiendo igualdad se encarneció en una pequeña multitud que con el correr de los días comenzó a recibir adhesiones desde todos los lugares del país.

Y si bien el acompañamiento desde la sociedad fue masivo, no así el de los políticos, quienes vieron cómo todo aquello que venían construyendo hace años, basado en la negación del derecho a voto, se comenzó a resquebrajar de un día para el otro.

Ava DuVernay transmite con pasión el trabajo diario desde el detrás de la marcha, con imágenes de archivo que apoyan la acción pero principalmente por la enorme labor de David Oyelowo y Carmen Ejogo, como King y su señora.

Más allá de la literalidad de algunas escenas y el relato simil telefilme, en la lupa que pone DuVernay sobre la relación de éstos, tambièn se impone un punto de vista particular que humaniza aún más el relato.

Basta de biografías de bronce, nadie más expuesto a las miserias que aquellos que deben lidiar con presiones y aún así mantener sus vínculos intactos para poder subsistir.

La mirada sobre las historias personales de todos los que participaron de la marcha, como así tambièn el foco sobre el cinismo de la política y la imposibilidad de decidirse, son los puntos más relevantes de un filme visto ya en varias oportunidades y que se muestra honesto frente al tema que trata.

PUNTAJE: 6/10