Satanic: El juego del demonio

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

El rito del aburrimiento

El cine de terror tiene una gran convocatoria en las salas argentinas, razón por la cual, los distribuidores apuestan a lanzar filmes que quizás de otra manera terminarían en DVD directo o subidas a sistemas streaming sin ningún tipo de restricción.

Me intriga saber qué vio el distribuidor local en “Satanic: El juego del demonio” para lanzarla comercialmente, ya que estamos frente a un producto aburrido, viejo, malo, muy malo, que no despierta interés alguno en su visionado.

La fórmula estrella de TV, más película de terror pocas veces ha funcionado tan mal como en esta oportunidad, en donde la joven Sarah Hyland es la principal atracción en una historia filmada tan convencionalmente y de manera obvia que termina convirtiéndose en una parodia de aquello que propone.

Anunciada como “de los productores de The Walking Dead” y los guionistas de “Kristy”, “Miedo Profundo” y “La oscuridad”, la película de Jeff Hunt se centra en cuatro amigos que llegan a Los Ángeles y tras perderse quedan envueltos en un extraño rito satánico.

Una joven llamada Alicia dirá algunas frases, en una habitación de un hotel, en donde aparentemente hace años un rito satánico terminó con la vida de varias personas, como “el infierno no es un lugar, es una gran confusión” ó “la muerte no existe, sólo es una transición”, mal pronunciadas que sólo bordan la ridícula situación que recién a la hora plantea un conflicto en la narración.

A partir de ahí la muerte. La muerte que constantemente acecha pero que se confunde si con una banda de pandilleros, Alicia, o ellos mismos.

Porque justament eso es “Satanic: El juego del demonio”, una gran confusión, irremontable, de la que fuimos parte y rápidamente olvidaremos.