Satanic: El juego del demonio

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Cuatro amigos adolescentes deciden tomarse sus vacaciones de primavera para ir al festival de Coachella pero antes deciden hacer un pequeño tour satánico (es decir, por lugares con historias oscuras) en Los Angeles. La premisa se parece a la de casi cualquier película de terror adolescente, pero esto del tour podría haberla convertido en un producto interesante.
La verdad es que, lo digo de una, “Satanic” no funciona. No funciona en conjunto ni cuando uno comienza a desmenuzarla intentando encontrar algo interesante. Por un lado, la historia puede ser demasiado simple, pero en una película con más agallas podría haberse convertido al menos en un festín para el fanático de género. Acá no sólo el guión estira su planteamiento aproximadamente media película (para resolverla también de un modo apresurado, todo lo rápido que antes no pasaba la trama), sino que ni siquiera tiene escenas de terror o gore memorables, es que casi no las tiene. De hecho, las muertes nunca se ven, decisión arriesgada que, otra vez, en alguna película bien pensada podría haber funcionado, con un buen manejo de tensión por ejemplo, pero no es este el caso.
Por el otro, personajes y actuaciones, que van tan juntos como separados. Los adolescentes, especialmente en las películas de este género, suelen parecernos cortos de luces, pero acá esto es con más razón que nunca. Ejemplifico: en medio de su tour satánico se chocan con un personaje extraño y peligroso, no sólo deciden seguirlo sino que cuando lo hacen no se preocupan de protegerse ni mantenerse a una distancia prudente o apagar la luz del celular para que no los vean. Salvo un personaje (interpretado por Sophie Dalah) que aparece de manera precisa para que funcione el plot twist, el resto tiene diálogos y acciones tan tontos que uno realmente no puede esperar a que se mueran.
A nivel artístico, el film comienza con unas imágenes de archivo de películas viejas sobre cosas relacionadas al satanismo… bueno, todo eso parece tener una función más bien decorativa, porque durante el resto de la película ni se vuelve a ellas ni la película en sí parece ser influenciada al menos estéticamente por ellas.
Satanic no es original y se la siente trillada, excepto en una resolución que en realidad se puede interpretar como abierta pero también se la siente cobarde. Es aburrida y está protagonizada por un grupo con el que es imposible empatizar con alguno de ellos. Además el guión, que debería sostenerla como todo buen esqueleto, es flojo y lleno de agujeros. Olvidable.