Santa Lucía

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Repasando su historia

Independientemente de su propuesta cinematográfica, el mayor logro de “Santa Lucía” (Argentina, 2013) de Andrea Schellemberg, es el revisar con honestidad una etapa difícil de la historia.

En el relato del proceso de investigación que inicia Lucía Aguilar, una docente tucumana, que vive en Montero, en la frontera tucumana, hay una afirmación acerca de la importancia de recuperar la identidad de los desaparecidos y conocer, si es posible, sus últimos pasos.

La película tiene muchos desaciertos, principalmente en la elección de planos, la narración en off y la musicalización, como así también la construcción de los escenarios de las entrevistas, pero quitando esto, el trabajo artesanal de Schellemberg y Aguilar por recuperar la historia lo supera.

La utilización de imágenes de archivo, principalmente de bibliotecas audiovisuales provinciales, como así también la narración del proceso de guerrilla armado que buscaba una sociedad más justa y nueva, hace que la historia fluya.

Si bien sobran minutos, que podrían haberle permitido erigirse como un discurso potente, hay determinados momentos, como en los que se escucha a reporteros afines a la dictadura cívico militar hablar sobre “el enemigo”, ese que acecha al “orden” desde la naturaleza, que marcan hitos dentro del relato.

En la búsqueda que Lucía inicia para saber qué fue de su tío Pedro, que con 18 años fue “chupado”, está la búsqueda de todos los habitantes de Montero por saber algo más acerca de su pasado.

Porque en la búsqueda de información sobre aquellos que han desaparecido estamos todos, y por esta razón “Santa Lucía” debe verse, para seguir buceando en un pasado que aún duele.

PUNTAJE: 5/10