Saldaño, el sueño dorado

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Hace unos días tuve la oportunidad de entrevistar al director de "Saldaño", Raul Viarruel (pueden leer la nota en el sitio) y una cosa que él subrayaba sobre este documental, es que este caso, es único en el mundo.
Más allá de una cuestión de valores (en definitiva, hay dos discusiones que atraviesan la cuestión, la pena de muerte y la discriminación por raza), es importante acceder a este documental porque la vida de Víctor Hugo Saldaño, puede perderse, pronto, de no prosperar una postergación de su sentencia.
Para los que no están familiarizados con el tema, Saldaño cometió un crimen en compañía hace muchos años. Fue condenado en una situación que se nutrió de varios errores procedimentales, en un condado donde la pena de muerte sigue en vigencia, y donde no se le respetaron garantías mínimas al acusado.
Porque si algo deja en claro el documental de Viarruel, es que no le quita a Saldaño, su responsabilidad por lo sucedido (eso puede verse en la secuencia del interrogatorio que le hace la policía), sino que abre el espectro para preguntarse que cosas se hicieron mal y porqué.
Seguramente, esto parecerá innecesario, es decir... Un inmigrante latino (sudamericano) que comete un crimen, es mucho más fácil de condenar y ejecutar que un WASP (blanco anglosajón), cosa que no es justa y no debe permitirse.
En la investigación que desarrolla Viarruel (periodista cordobés que se interesó por el tema y se animó a un periplo particular), hay mucho tema legal y trasfondo político. No sólo es la lucha de la madre de Víctor Hugo, Lidia y de abogados y diplomáticos, la que conmueve y afecta, sino el absoluto desparpajo con el que se condenó a Saldaño sin darle posibilidad a defenderse.
Y eso empeora cuando te enterás que quien cometió el crimen con él, hizo un trato con la justicia y escapó a la pena de muerte. "Saldaño, el sueño dorado" es un doc de forma, honesto y directo. Despliega recursos simples para contar una historia excepcional, que aún no ha terminado.
Su difusión ayuda a que muchos latinos (y argentinos) tomen contacto con una cruda realidad y sepan cómo en algunos estados del gran país del norte, ser del sur se paga caro.