Salad days

Crítica de Hernán Cortés - InfoCine

Quienes hayan decretado la muerte del punk rock luego de disolución de los Sex Pistols quizás no miraron mucho más allá de Inglaterra. A Estados Unidos, sin ir más lejos. Y a Washington DC en particular. Desde comienzos de la década del 80, la capital norteamericana resultó un bastión donde el sonido se volvió más radical, más veloz y más autogestionado, ya sin "disfraces" como los pelos parados y los alfileres de gancho. Ian MacKaye -cantante de grupos como Minor Threat y Fugazi- fue un ideólogo de aquella movida, con preceptos tales como el straight edge, que implicaba renunciar al alcohol y las drogas.

Salad Days (título de un tema de Minor Threat) repasa aquellos diez años a través de un relato coral por parte de sus protagonistas. Aunque es MacKaye quien lleva la voz cantante, hay testimonios de integrantes de las innumerables bandas que poblaron la escena y de rockeros famosos influenciados por esos grupos como Dave Grohl, Thurston Moore y el siempre locuaz Henry Rollins (un abonado a los documentales sobre punk). A esto se le suman videos de recitales (algunos de ellos grabados por el propio Crawford cuando era casi un niño) y muchas, pero muchas fotos en blanco y negro.

Documental de formato clásico, compuesto de cabezas parlantes más material de archivo, Salad Days es un registro imprescindible para los fans del hardcore/punk. Para los demás, puede que apenas sea una breve (pero incendiaria) página en la historia del rock.