Rio

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

Un loro azul –en realidad, no es un “loro” en el sentido ornitológicamente correcto del término– que no sabe volar y vive en los EE.UU. Viaja –lo llevan– a Río de Janeiro. Él es el último de su especie y en Río vive la última de la especie. Luego, lo que sigue: a) se conocen, b) escapan, c) son capturados por traficantes de animales, d) se enamoran, e) pelean. Es decir: son pocas las sorpresas que el espectador podrá encontrar en términos puramente narrativos. Pero resulta que este film no trata de ser “original” como cuento, sino que precisamente utiliza un cuento conocido para desplegar otra cosa. Mucho mejor técnicamente que la última “La era del hielo”, este quinto largo de Carlos Saldanha está más cerca en cuanto a inventiva visual y ritmo humorístico de Robots, otro film de la firma BlueSky. A diferencia de Pixar –que se inspira en el cine más clásico “de acción en vivo”– o de DreamWorks –que se inspira en la televisión y usa demasiado la parodia– este estudio se basa mucho más en la vieja tradición del corto humorístico, con gags rápidos y absurdos y el juego constante con el diseño y el color. Por eso sus películas suelen ser desparejas, con buenos y malos momentos alternativamente. En este caso hay una cohesión mayor y un ritmo frenético que no decae, y, sí, un aspecto visual realmente asombroso en paleta de colores. Es decir, una película hecha para ser disfrutada, ni más ni menos, que logra su objetivo.