Retrato de una mujer en llamas

Crítica de Fernando Juan Lima - EscribiendoCine

El amor prohibido de Céline Sciamma

Protagonizada por Noémie Merlant y Adèle Haenel, la película, que ganó el premio al Mejor Guion en Cannes 2019, narra la historia de un romance prohibido entre una aristócrata y una pintora encargada de pintar su retrato.

Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu, 2019) nos pone en una disyuntiva: es cierto que la película tiene mucho de esa impronta qualité que tanto nos distancia; pero las dos protagonistas tienen una filogenia, magnetismo y compromiso que nos impiden sacar los ojos de ella.

La historia es simple: en una isla aislada en Bretaña, a finales del siglo XVII, una artista debe pintar el retrato de boda de una joven.

Historia romántica que une a dos chicas allá por 1770, las escenas frente al mar o el fuego, las mansiones, peinados y vestidos nos interesan menos incluso que la meliflua deriva en la cual la pintora que va a hacer secretamente el retrato de la joven de la casa para mandar a quien será su futuro marido termina liada con ella.

Lo que nos atrae surge menos del guion que de la presencia y potencia de las dos bellas protagonistas, Marianne (Noémie Merlant) y Héloïse (Adele Haenel).