Ralph: el demoledor

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

El camino del antihéroe

La mano de John Lasseter ya se está notando de manera contundente en la producción animada de Disney, cada vez más alejada del clasicismo y la tradición que solían ser su marca de fábrica. De hecho, este film del gran Rich Moore (director de episodios clave de Futurama y Los Simpsons) tiene algo de Toy Story (la reivindicación de los antihéroes, de los personajes “desechados”), aunque también bastante de un simpático ejercicio nostálgico para esos melancólicos precoces que son los geeks (hay homenajes varios a la era Arcade ochentista del Pac-Man, Centipede, Space Invaders y Donkey Kong).

Ralph (la voz del gran John C. Reilly en la versión original subtitulada), un gigantón que se ha desempeñado como el “obediente” villano del videogame Fix-it Felix Jr. durante 30 años, está en plena crisis de identidad, harto de su lugar marginal, de ser siempre relegado, despreciado, humillado, de existir sólo como contraparte para el lucimiento del heroico y eficaz reparador Felix (Jack McBrayer). Así, este tipo buenazo y torpe decide cambiar de juego tratando de modificar su destino, de aprender cómo ser el bueno del videojuego (y de la película). Pero -aunque contará con la inestimable ayuda de la paciente Vanellope von Schweetz (Sarah Silverman)- su proceso de transformación no será una tarea nada fácil.

Si bien por momentos el vértigo (típico de videojuego) puede abrumar un poco a un sector del público no tan habituado a la adrenalina gamer, el trabajo de animación (en 3D) es prodigioso y -aunque la inmensa mayoría de copias serán dobladas- bien vale el esfuerzo detectivesco de encontrar la versión subtitulada (así la proyectamos en la avant-premiere de OtrosCines.com) para disfrutar de las voces de talentos como el apuntado Reilly o la rígida sargenta que interpreta Jane Lynch.

Quizás le falte algo del lirismo de los mejores trabajos de Pixar (no llega a los extremos experimentales de WALL-E), pero Ralph el demoledor es un producto de primer nivel: entretenido, bello, divertido ¿Se puede pedir más para un estreno familiar en pleno enero?