Punto de quiebre

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

En una industria actualmente plagada de secuelas y remakes, ya no sorprende ninguno de los nombres que vuelven a reinterpretarse. "Punto límite", película de 1991 dirigida por Kathryn Bigelow y protagonizada por Keanu Reeves y Patrick Swayze, contaba la historia de un policía novato que se ve infiltrado en un grupo de surfers sospechosos de ser una pandilla de ladrones de banco. Pero más allá de la trama principal, el film representa ideas sobre la anarquía como modo de vida, o más bien, resalta la importancia de tomar las decisiones que queremos y arriesgarnos, y a la vez está filmado de manera tan cool como auténtica, al igual que como están retratados los personajes, con los cuales uno siente empatía con facilidad.
En esta nueva versión del 2015 todo resulta demasiado artificial y superficial. Si bien la trama tiene muchas diferencias, éste no es uno de los problemas. Todos los demás sí lo son.
Primero, la actualización se da desde detalles sin mucha importancia, como la idea de ser famoso a través de youtube, por ejemplo. El mensaje, la idea de vivir de manera libre, pretende ser el mismo pero se siente totalmente forzado. Este grupo comandado por Budhi (Swayze en su versión original, Edgar Ramírez ahora) se caracteriza por ser libre, bohemio, casi hippie en su estilo de vida... a excepción de que viven de un excéntrico magnate árabe y se la pasan en fiestas lujosas y tienen todos los medios para viajar alrededor del mundo con todo el equipo. Buscan completar el camino de Ozaki, compuesto por ocho pruebas alrededor del mundo una más peligrosa que la otra. A la vez, intentan devolverle algo a la naturaleza en cada una de ellas.
Por otro lado, la construcción de personajes es muy pobre, cayendo en lugares comunes, en líneas de diálogos entre cursis y sobre explicativas. No sólo no sentimos nunca ese "bromance" que se genera entre Reeves y Swayze, sino que incluso el único personaje femenino es totalmente innecesario. Incluso su protagonista, Utah (Luke Bracey), que acá se convierte en policía tras sufrir una pérdida practicando deportes extremos, buscando quizás estabilidad en su vida, tiene tanta poca coherencia que si bien hace eso para alejarse de ese mundo que quiere dejar atrás, no duda un segundo en volver a él junto a Budhi.
Es cierto que esta película, estrenada en 3D, parece más preocupada por lo visual. Es así que se aprovecha el principal cambio en la trama con respecto a la original, el hecho de que ya no son sólo surfers sino deportistas de alto riesgo, para mostrar interminables escenas que están enmarcadas desde altísimas montañas nevadas hasta cataratas dispuestas a ser escaladas. Su utilizó gran parte del presupuesto allí y deciden aprovecharlo pero lo cierto es que al rato ya cansan y termina pareciendo que estamos viendo algún programa de cable y no mucho más.
A la larga, "Point Break" 2015 no falla simplemente como remake, sino como película sola. Incluso el montaje se siente improvisado, amateur. La película está dirigida por Ericson Core, quien fue director de fotografía de "Rápido y furioso", película que a simple vista comparte elementos de la trama. Superficial y vacía, totalmente olvidable.