Poner al rock de moda

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Tras ganar el voto del público en el último BAFICI, se estrena Poner al rock de moda, documental sobre Banda de turistas dirigida por Santiago Charriere.
“Banda de turistas” es una banda de rock y pop conformada por unos muchachos que ya tienen cuatro álbumes en su haber, pero cuyo mayor éxito llegó gracias a la canción Química. Lo que Charriere intenta hacer con esta película, un documental con apenas un atisbo de ficción, es retratarlos como lo que son: una banda conformada por personas que ya son amigos, una familia, y que viven su momento de éxito.

El retrato que se hace es más bien íntimo. En su mayoría grabaciones caseras, sin testimonios dirigidos especialmente a la cámara. Por momentos la cámara se regodea en planos detalles, y es que antes que nada es una película de seguimiento. No hay prácticamente un hilo narrativo, sino más bien una sucesión de momentos típicos de una banda, compuestos por viaje en ruta, recitales y entrevistas en su mayoría.

Sin un interés particular por la banda, Poner al rock de moda no tiene mucho que aportar. Si bien se percibe honesta y sin pretensiones, no termina de ser una película más de una banda más.

Hay un claro intento de búsqueda de algo distinto, y ahí es cuando entra de manera esporádica Luis Luque como un magnate que en cierto modo los va guiando. Él decide que quieren un hit, ellos tienen que buscar uno; él decide que quiere un disco, ellos tienen que ponerse a hacer uno. Pero nunca se termina de explotar y todo termina quedando un poco a la deriva.

Poner al rock de moda no termina siendo más que otra película sobre una banda, que acierta en el retrato de este mundo de un modo realista, pero que no tiene mucho más para ofrecer.