Pompeii, la furia del volcán

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Cine catástrofe de manual

El cine catástrofe ha cautivado al público desde siempre. Obras como Infierno en la torre o Titanic se han repetido en la historia del cine.

Pompeii se suma a la larga lista de títulos que han fascinado a generaciones de espectadores en todo el mundo.
Como su nombre lo indica, la película describe los últimos días de la ciudad de Pompeya, durante el Imperio Romano. Como siempre, la idea no es contar la vida de toda la ciudad, sino los conflictos de unos pocos personajes. Aquí tenemos una pareja protagónica formada por un esclavo gladiador y una joven de la alta sociedad de Pompeya. También hay villanos, claro, hay cobardes, hay valientes, y la amenaza del volcán que se cierne sobre todos ellos.
La película del desparejo artesano Paul W. S. Anderson (creador de la versión cinematográfica de Resident evil, entre otras películas) va por el género del cine catástrofe usando el manual al pie de la letra. No se mueve ni un centímetro de las reglas y cumple con todas ellas, para placer de quienes adoren este género.
El resultado es poco original, es verdad, pero también es divertido, emocionante, con escenas llenas de tensión. Arquetipos sin vueltas, ideas claras, simples y directas.
Visualmente, la película es impactante y tiene escenas impresionantes, como debe ser para una película como ésta. Se notan criterio y buenas ideas para resolver algunos de los momentos más complicados de la catástrofe natural.
Cínicos abstenerse; para disfrutar de Pompeii es imprescindible participar de las reglas y no cuestionarlas. Héroes y villanos tan antiguos como la historia misma que cuenta.