Pompeii, la furia del volcán

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

De Paul W.S.Anderson se dice en la industria que su mayor habilidad es generar productos de acción de alto impacto. Ha estado dedicado a adaptaciones de videojuegos ("Mortal Kombat", la saga de "Resident Evil", "Alien vs Depredator", "DOA", etc) y productos de interés masivo ("The Three Musketeers", sin ir más lejos). Es un artesano en lo suyo y si bien, sus trabajos no quedarán en el recuerdo de la cinefilia preparada, ha entretenido a millones de espectadores alrededor del mundo.
Esto sucederá seguramente con "Pompeii", su última producción.
Tomando a la destrucción de la mítica ciudad como eje y marco (hecho ocurrido en el año 79 a C debido a la erupción del Vesubio, que estaba a unos kilómetros de allí y sepultó a la ciudad con lava y cenizas), "Pompeii" presenta una historia de amor y conflicto, entre distintas clases sociales (romanos, pompeyos y esclavos) en la cual no habrá profundidad temática (de hecho, la trama se desarrolla en casi 48 horas) pero sí bastante acción y el despliegue digital de rigor acorde a semejante evento natural.
En el guión de J. Scott y Lee Batchler junto a J.Fellowes y M.R.Johnson, no abundan las grandes ideas. No señor. Digamos que hay un mix de ideas ya vistas en films y series de prestigio ("300", "Gladiator", "Troy" y "Spartacus" me vienen a la mente) que regresan. La mujer noble enamorada del esclavo hábil que lucha, a quien le masacraron la familia los romanos, la sed de venganza, los combates y la solidaridad en la arena del coliseo, etc...
Todo comienza en las horas previas a la erupción del volcán...
Milo (Kit Harrington, quien hizo mucho trabajo físico previo para estar a la altura del proyecto) es un celta sobreviviente de una extensa matanza de un general romano, Corvus (Kiefer Sutherland, en un trabajo que desconcierta) a quien sus cualidades de lucha lo han enviado a Pompeii a demostrar sus habilidades en los Juegos especiales que esa ciudad tiene celebrando la época de vid.
Dentro de la sociedad que preside la ciudad, el matrimonio conformado por Severus (Jared Harris) y Aurelia (Carrie Ann-Moss) intentan mantener su independencia y procuran ideas nuevas para Pompeya (la construcción de un acueducto y nuevas obras para su pueblo). Eso quieren hacer cuando Corvus visita el lugar buscando obtener la mano de su bella hija, Cassia (Emily Browning), a quien viene buscando desde Roma, donde la joven estuvo un tiempo residiendo.
Milo accidentalmente conocerá a Cassia y en su lucha por sobrevivir, su objetivo será potenciado por la posibilidad de acercarse a la jóven noble quien rápidamente queda prendada con su sensibilidad para los animales y su carisma para la batalla.
El celta deberá establecer lazos con Atticus (Adewale Ankinnuoye-Agbaje), el campeón local para sobrevivir en la arena dentro de un amenazante contexto (la naturaleza va anticipando su jugada y todos ya sabemos en qué termina la cosa).
La historia de amor, a pesar de los enormes esfuerzos de Browning, nunca termina por corporizarse y volverse creíble. El héroe sólo se destaca por su destreza para las escenas de acción y el resto nunca logra transmitir la tensión que el conflico requiere.
Anderson parece poner toda su energía en las escenas de lucha y destrucción de la ciudad y no se le puede negar que logra asombrar en algunos tramos. La película sólo se puede ver en 3D y ahí, en los últimos 30 minutos, es donde paga el precio de la entrada. La furia del volcán, en el medio del clímax del conflicto entre Milo y Corvus es lo que le da el único valor a la cinta: un rato de violencia y choque de espadas como en los viejos tiempos.
"Pompeii" no tiene una historia fuerte que justifique su visionado. Lo que sí ofrece es espectacularidad visual. Así que si se adentran a caminar las calles de esta ciudad, eso es algo que deben tener en cuenta. Cuando el volcán suena, lava trae.