Polvo de estrellas

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Una tragedia silenciosa se va gestando en "el mapa de las estrellas" (Canadá, USA, 2014), ultimo opus de David Cronenberg, quien en esta oportunidad reinventa el drama épico familiar para hablarnos de las miserias de seres que intentan perseguir sus sueños, en algunos casos, o recuperar aquello que en algún momento la fama les supo dar.
Con Agatha (Mia Wasikowska, cada vez más enorme) encabezando la historia, todo comienza cuando esta llega a Hollywood aparentemente con la inocencia de conocer a Carrie Fisher (que hace de sí misma).
Pero en ese acercarse a la meca del cine en realidad hay una intención ulterior, la de poder acercarse a su familia, con quien no tiene trato luego de un incidente del que aún posee marcas en su cuerpo.
Paralelamente las historias de los miembros de su familia se desarrollaran dando indicios de alguna manera, de los enfermizos vínculos que los protagonistas mantienen entre si y con los demás.
Un niño estrella con problemas de adicción (Evan Bird), una madre sin autoridad que intenta exigir su parte del negocio (Olivia Williams) y un padre que intenta controlar demasiado todo aun sabiendo que nadie le hará caso (John Cusack).
Además como Havana estará Julianne Moore, como una actriz en decadencia que acepta con tal de seguir vigente interpretar a su propia madre o intervenir en un trío en la cama en el que más que disfrutar la pasa mal.
Cronenberg va conformando la cosmogenia de “Polvo de Estrellas” a base de impacto y la exageración de situaciones ridículas que no hacen otra cosa más que reflejar un estado de la industria y de los sucios y turbios mecanismos de producción que la sostienen.
El énfasis colocado en las actuaciones le permite crear una tensión in crescendo en la que los desbordes de Wasikowska y de Moore no hacen otra cosa más que potenciar la historia.
Ellas están impecables, al igual que Bird que con ese papel de niño estrella perdido Cronenberg aprovecha para posar la mirada en la creación de estrellas juveniles, no sin ironía y cinismo, ya que la incorporación de Robert Pattinson en el cast también habla de una toma de posición sobre el asunto.
Hollywood devora, y en el fagocitar además va acribillando a sus estrellas, como Agatha (Moore) que no asume la perdida de fama y necesita de ella para de alguna manera sentirse deseada.
Un viaje al centro de las miserias de Hollywood en el que nadie puede dar por sentado nada y mucho menos regodearse sobre lo que tiene o alguna vez tuvo. Gracias Cronnenberg por tu mirada.