Petite Maman

Crítica de Manuel Germano - Ociopatas

éline Sciamma ha demostrado con «Retrato de una mujer en llamas» su sensible mirada sobre el mundo femenino. En esta oportunidad y tras su paso por los festivales de la guionista y directora de cine francesa nos presenta un precioso relato sobre la relación entre una madre y su hija.

Tras la muerte de su madre y mientras vacían la casa donde ella vivía, Marion, la madre de Nelly, se marcha de forma repentina. La niña queda al cuidado de su padre pero carga con la angustia de no saber qué motivó que esa partida. Una tarde, conoce a otra niña de su misma edad que se llama Marion, igual que su mamá.

Céline Sciamma retrata con realismo mágico y una dosis de emotividad y simpleza que se abrazan lo que le sucede a Nelly tras el encuentro con esta nueva amiga. Con un guión sencillo que profundiza en la mirada de los niños sobre los sentimientos más profundos de amor e incondicionalidad, Sciamma invita al espectador a través de la voz y mirada de Nelly a reflexionar sobre las relaciones entre padres e hijos, la capacidad de perdonar, cometer errores, y los pequeños momentos que marcan la mirada del niño.

El trabajo de la pequeña Gabrielle Sanz es hipnótico y los elementos técnicos de fotografía y música acompañan el relato. Sciamma cautiva al espectador en «Petite Maman» y lo sumerge en un viaje emotivo e íntimo del cual el espectador sale modificado.