Pequeña flor

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Pequeña flor (Petite Fleur, Francia/Argentina, 2022) es un largometraje dirigido por Santiago Mitre y protagonizado por Daniel Hendler y Vimala Pons. El guión es de Santiago Mitre junto a Mariano Llinás y está basado en el libro Petite fleur jamais ne meur de Iosi Avilio. La película se ve tanto como una película francesa y Argentina al mismo tiempo, aunque nadie está preguntándose a qué país pertenece. Está hablada en castellano y francés, porque el protagonista, José (Hendler) habla español y él junto a su mujer Lucie (Pons) viven en Francia. También aparece el actor español Sergi López así que los idiomas se van combinando con naturalidad a lo largo de la trama.

Pequeña flor es la historia de una crisis matrimonial y personal. Es una especie de comedia negra que puede moverse entre la oscuridad y la simpatía de manera fluida, una screwball comedy por momentos perturbadora. No se sabe si la película viaja hacia Ojos bien cerrados o La historia de Palm Beach, por citar dos títulos que seguramente no han sido referencia para el director y guionista pero describen bien la ambigüedad de la historia. Hay miles de películas sobre crisis de pareja, muchas juegan la carta razonable y aburrida del naturalismo, otras, como en este caso, se divierten jugando con la sorpresa y la libertad que la ficción permite.

José ha tenido éxito como historietista pero ha entrado en crisis. Su mujer consigue un trabajo y él debe cuidar la casa y a su pequeño bebé. Todas sus inseguridades salen a flor de piel hasta que decide ir a pedirle una pala a su vecino, lo que le abre a la película una serie de puertas que no se pueden anticipar pero que le dan a esa crisis una forma cinematográfica muy divertida con una historia que nadie puede adivinar en qué dirección irá. Una película estimulante, lejos de las formas chatas y sin vida que le restan vida al cine. Para ver en salas y sentir que se ha visto una película de verdad.