Paraíso

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Tres personajes e historias cruzadas durante la Segunda Guerra Mundial y bajo el imperio del nazismo componen el relato de Paraíso del director ruso Andrei Konchalovsky.
Filmada en un áspero blanco y negro, Konchalovsky (director ruso que ha colaborado con Tarkovsky) decide contar la historia de tres personajes cuyas vidas se cruzan bajo el nazismo: Olga, una aristócrata y periodista de moda rusa que es miembro de la Resistencia Francesa; Jules, un policía francés colaboracionista que comienza a gestionar la detención de Olga y Helmut, un oficial alemán de alto rango en la SS.

Las historias están contadas a través de escenas ficcionalizadas pero también se intercalan, con asiduidad, imágenes de cada uno de estos tres protagonistas dando testimonio a cámara, un recurso documental que rompe el ritmo sin comprometerlo.

Sin dudas la interpretación que sobresale es la de la actriz Julia Vysotskaya, capaz de transitar muchas emociones distintas a lo largo del film. Otro acierto del filme es que los personajes son complejos y de una construcción llena de contradicciones, así uno puede empatizar con ellos para luego arrepentirse de haberlo hecho. Los malos no siempre parecen malos, los buenos también hacen cosas malas. Y todo esto se sucede sin juzgarlos.

A través de las más de dos horas de duración, Konchalovsky logra que el interés nunca decaiga, aunque en un principio puede confundir hasta hacernos entrar en su ritmo. Pero mientras cuenta con escenas a nivel narrativo mejor logradas que otras, la fotografía de Aleksandr Simonov es hermosa y elegante. Lamentablemente sobre el final se opta por el camino más fácil y accesible y terminan sobrando algunos planos.

Dato de color no menor: Paraíso es la película que Rusia envió como representante para los pasados premios de la Academia. Es un cine de autor arriesgado, diferente y con un estilo definido.