Palabras robadas

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

(Anexo de crítica)
Una historia dentro de una historia dentro de otra historia. "The Words" tiene tres líneas primordiales, una dentro de la otra.
Un escritor (Denis Quaid) presenta su libro "The Words"a la vez que conoce a una joven y bonita estudiante (Olivia Wilde). Este libro trata sobre otro escritor (Bradley Cooper) que por fin encuentra el éxito con su libro, que no es suyo en realidad, pues llegó a él casualmente y no pudo evitar adueñarse de él. La tercer historia es la del anciano (Jeremy Irons), quien escribió esas hojas y cuenta cómo las concibió y cómo las palabras lo alejaron de la mujer que amaba.
La historia en la que se ahonda con mayor profundidad es la protagonizada por Bradley Cooper y Zoe Saldana. Vemos las ganas que tiene él de poder vivir de aquello que le gusta, y lo mucho que le cuesta, las muchas puertas que se le cierran, quizás porque todavía no encontró su voz, sus palabras. "Él la amaba. Amaba Nueva York. Pero en la noche, cuando la ciudad por fin estaba tranquila, escribía". Rory y su mujer viajan de luna de miel a París y de allí él vuelve con un maletín y una historia. La historia de la cual termina adueñándose, se adueña de esta voz, de estas palabras.
Pero no termina de quemarle la conciencia hasta que aparece este anciano, un Jeremy Irons envejecido, que le cuenta el precio que pagó por ese libro que perdió. Tanto Cooper como Irons brillan en sus escenas. De Irons ya sabíamos, él es uno de los actores más grandes. Cooper está muy bien encaminado y si no los mando a ver (otra vez, seguramente) "Silver Linings Playbook". Zoe Saldana no está más que correcta.
Entre Dennis Quaid y Olivia Wilde la relación actoral es despareja. Ella entrega todo lo que podemos esperar, es indudablemente bella y no actúa mal. A Quaid se lo nota un poco más incómodo. Y la insinuación que se da al final de esta historia es casi innecesaria, poco aporta a la historia, sobre todo después de verlos discutir el final que tiene el escritor ficticio en su novela.
La película empieza de manera muy interesante pero va decayendo a medida que avanza. El final puede dejar camino a varias interpretaciones y eso está bien. Alguna referencia a Hemingway (y no me refiero sólo a la placa que aparece con su nombre), unas buenas actuaciones, y reflexiones sobre la importancia de las palabras como voz propia, son los elementos principales por lo que recomendaría esta película, que si bien le falta un poco de chispa, y no escapa a clichés, es entretenida.