One piece film: Red

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Entrar a un cine a ver One Piece Film: Red (Japón, 2022) es una experiencia abrumadora. Se trata del largometraje número quince de la saga de películas basadas en el manga One Piece. Este manga de acción, aventura y fantasía se empezó a publicar en el año 1997 y ya lleva más de cien volúmenes. Para resumirlo: es el manga más vendido de todos los tiempos, superando a otros más famosos a nivel mundial por aquellos que no consumen ese formato. En 1999 pasó a tener una versión animé para la televisión y ya pasó los mil capítulos. La serie también ha tenido sus especiales, pero no deben ser confundidos con los largometrajes de cine, claramente llamados One Piece Film.

¿Cómo entrar en ese mundo a esta altura? No es fácil pero tampoco es imposible. La película, una de las más taquilleras de toda la historia del cine japonés, se toma unos minutos para ponernos en contexto. En definitiva, One Piece es una historia de piratas. Sí, multiplicada como pocas, pero no es otra cosa más que una búsqueda del tesoro descomunal con un héroe que sueña con convertirse en el Rey de los piratas. Hay que entregarse a la trama y aceptar todo lo que pasa, porque de una u otra manera, lo que parece delirante o insólito, está completamente explicado en algún u otro momento de las historias anteriores.

El centro de la trama es la primera presentación en vivo de Uta, la cantante más querida del mundo. Es la primera vez que será vista y la expectativa es enorme, tanto como el concierto. Mientras el lugar se llena de todo tipo de fans de Uta (piratas, la Marina y los Sombreros de Paja liderados por Monkey D. Luffy, que llega como un espectador más) la voz sublime de la cantante finalmente se da a conocer. Una revelación vinculada con Shanks, el pelirrojo, será el inicio de una aventura en la que el mundo entero estará en peligro. Detrás del deseo de Uta de llevar paz y armonía al mundo, es posible que exista un plan mucho más oscuro.

Aunque hay muchos elementos difíciles de entender para los no iniciados, la variedad y locura de los personajes es tal, que es una fiesta visual ver tanta energía creativa en un solo largometraje. Intensa, alocada, enamorada de la aventura, la película es un momento tan bueno y tan malo como cualquier otro para meterse en el mundo de One Piece.