¡Nop!

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

El protagonista y el director y guionista de ¡Huye!, Daniel Kaluuya y Jordan Peele, vuelven, pero no necesariamente renovados, ni ¡Nop! es una película como para refregarse las manos de entusiasmo.

Kaluuya tiene un emprendimiento de animales amaestrados, que hereda de su familia y en el que trabaja desde hace años, y que vienen ofreciendo a los estudios de TV y cine en Los Angeles. Algo cae del cielo, y termina matando a su padre (breve aparición de Keith David).

Como entiendo que mucho de lo que se ve y cuenta en ¡Nop! no debería spoilearse, y debería dejarse a los espectadores descubrir, vamos a saltearnos eso, y vamos a decir sencillamente que la combinación de western, filme de suspenso, ciencia ficción y hasta con pasos de comedia muestran a Pelle como a un tipo arriesgado.

El no arriesga, no gana. Pero aquí Peele no gana. Y el público, tampoco.

Cuando estrenó ¡Huye! (2017), la respuesta fue unánime: Jordan Peele, su director y guionista, era todo un descubrimiento para las grandes ligas de Hollywood. Era el debut como realizador de cine del actor, la película sobre el joven afroamericano acosado por la familia blanca de su novia tuvo múltiples candidaturas al Oscar -incluido mejor filme y director- y Peele terminó agradeciendo una estatuilla al mejor guion original.

Como suelen los Académicos palmear la espalda de los directores-guionistas del cine independiente en el que ven proyección a futuro. Ya lo habían hecho, entre tantos otros, con Quentin Tarantino.

Y muchos vieron en Peele una reencarnación y/o mejoramiento de lo que en su momento saltaron a decir que era M. Night Shyamalan cuando estrenó Sexto sentido. Si a Shyamalan lo llamaron “el nuevo Spielberg”, al poco tiempo el mote debió guardarse ante la irregular carrera del director de El protegido, sí, pero también de El fin de los tiempos y Después de la Tierra.

Ni tanto ni tan poco
Pero volvamos a Peele, que a dos años de ¡Huye! estrenó Nosotros (Us), en 2019. ¿Se apuró, nos preguntamos algunos? ¿No debió pulir aún más el guion de la película con Lupita Nyong’o y Elisabeth Moss, sobre estos visitantes extraños que acosaban a una familia?

Bueno, tuvo más tiempo para crear ¡Nop!, en el que confluyen su gusto por el terror o deberíamos decir el suspenso algo subido de tono, con la ciencia ficción.

Y el resultado deja bastante que desear.

Peele sabe plantear -como Shyamalan: en eso sí se parecen- las tramas de sus historias. Todas tienen un gancho desde las primeras imágenes. El problema surge en ¡Nop! cuando, a medida que va desarrollándola, no solamente la atención enflaquece, sino que el espectador puede llegar a hacerse la maldita pregunta que ningún cineasta quisiera escuchar desde la platea. “¿En serio?”

Peele abre una subtrama ni bien arranca la película, con un mono asesino en una serie de TV. Luego tendrá su por qué. Pero pareciera subestimar al público (única alerta de spoiler, salteen al próximo párrafo, aunque no sea para tanto): ¿Es que nadie se da cuenta que hay una nube quieta, en el cielo, durante semanas?

La película tiene buenos efectos especiales, golpes de efecto -que no son lo mismo- en el sonido y una historia que se desinfla. Ah, además, es larga.