No quiero ser polvo

Crítica de Rolando Gallego - LúdicoNews

La coproducción mexicano-argentino de Iván Löwenberg, propone una mirada reflexiva sobre mitos, creencias y cómo estos influyen en las personas. Inspirada en hechos reales, que le ocurrieron al director y a su familia en México durante la década del ’90, Bego Sainz, madre de Löwenberg, encarna, brillantemente, a esta mujer perdida entre aquello que le dijeron que acontecerá y el fin del mundo.