No llores por mí, Inglaterra

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Néstor Montalbano lo hizo. La primera película que logra combinar el fútbol con el cine sin caer en lugares comunes, permitiéndose licencias para hablar de la idiosincrasia Argentina y la eterna rivalidad de River y Boca.

Inclasificable propuesta, se celebra la mezcla de géneros y el espíritu de aventura que quiebra la solemnidad de películas históricas con dosis de comedia y acción por partes iguales y con un elenco que se pone en los hombros la narración y potencia cada uno de los gags que el pulido y original guion tiene.