No dormirás

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Teatro insomne

El tercer largometraje del realizador uruguayo Gustavo Hernández, No Dormirás (2018) es un film de terror psicológico que se adentra en la temática de insomnio y la locura a través del arte. El director de La Casa Muda (2010) crea a partir del guion de Juma Fodde una historia de experimentación teatral en la que una directora y dramaturga conduce a los actores de una obra hacía un limbo donde los sentidos se alteran por el insomnio. Al igual que en La Casa Muda la película alude a hechos reales incomprobables, lo que le sirve al relato para situar la acción en el año mil novecientos ochenta y cuatro y remitir estos mismos acontecimientos a eventos acaecidos en mil novecientos setenta y cinco durante otra performance vanguardista de la directora teatral Alma Rohm (Belén Rueda). Buscando los límites de la conciencia y la creación artística la directora monta una obra en una clínica abandonada, otrora lugar de terapias psiquiátricas experimentales, a partir del relato de una paciente fallecida. Allí acuden dos jóvenes actrices, Bianca (Eva de Dominici) y Cecilia (Natalia de Molina), dos amigas que se disputan el rol protagónico de Dora, la autora de la obra. De a poco lo que parecía el proceso de ensayos de una obra vanguardista se convierte en una manipulación para participar de un experimento peligroso en el cual el arte rompe con las barreras que lo separan de la locura y la muerte.

Gustavo Hernández y Juma Fodde crean de esta manera una obra sobre los abusos de poder, los excesos en la competencia actoral y la locura mientras indagan en la psicología humana y su relación con lo sobrenatural. No Dormirás crea así una atmosfera claustrofóbica y psicótica que utiliza el terror clásico y su relación con la psiquiatría y sus abusos históricos para hacer avanzar la historia a través de los detalles que se van revelando en un relato muy bien construido.

Apelando al teatro de la crueldad del poeta y artista surrealista francés Antonin Artaud la obra que la película construye se constituye como una obra dentro de una obra que busca deslumbrar al espectador a través de la creación de un ritual perverso que busca llevar hasta sus límites la conciencia humana para traspasar el umbral que la conduce hasta la locura.

El film utiliza los efectos de sonido para crear sensaciones terroríficas pero sin abusar de los mismos, poniendo el énfasis en el desarrollo dramático y en la versatilidad actoral, donde se destaca Belén Rueda como una directora dispuesta a todo por llevar a sus actores hasta la sublimación de sus pesadillas, y Eva de Dominici como una joven promesa actoral que se ve atrapada por su ambición y sus demonios personales. También hay una buena labor del resto del elenco que se ve opacado por la fuerza del personaje de Rueda, que brilla como artista y villana al mismo tiempo.

No Dormirás es así una obra palpitante de terror que esgrime conspicuamente su trama para atrapar a los espectadores desde una interesante propuesta de género que sabe apelar a la relación entre el cuerpo actoral y la cámara como elementos para crear la acción del relato y los efectos deseados sin caer en los facilismos a los que la época nos tienen acostumbrados. Deudora de lo mejor del cine de terror español la obra se destaca por su gran escenificación al borde del derrumbe que emula el contexto teatral, fundiendo lo mejor de ambos ambientes artísticos y sus particularidades para que el espectador se vea en un espejo en su propia experiencia con sus propios deseos y demonios.