Neruda

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Pablo Larraín, director chileno, se presentó el año pasado en el Festival de Cine de Mar del Plata con “El Club”, una película que realizaba una crítica a la Iglesia, denunciando la corrupción, la pedofilia y su relación con la dictadura chilena. Esta gran producción se convirtió en la candidata al Óscar por Chile.

En esta oportunidad, Larraín llegó nuevamente al festival con “Neruda”, película elegida para la apertura del evento y para presentarse en la sección panorama. La misma cuenta la historia del poeta Pablo Neruda en 1948, cuando el gobierno de Chile ordena su captura. Perseguido por un detective, Neruda deberá pasar a la clandestinidad y organizar su huida.

El argumento planteado en la premisa es interesante y nos muestra una época particular de Chile, donde el gobierno recibe directivas desde Estados Unidos para terminar con el partido comunista. Neruda es tomado como uno de los representantes más populares del partido, exponiendo la realidad social y política a través de sus versos.

Si bien tenemos una constante persecución entre el detective y Neruda, no nos encontramos con un relato ágil, sino todo lo contrario. La película presenta un ritmo lento, el cual por momentos se torna un poco pesado.

Hay que destacar las actuaciones de los protagonistas, Luis Gnecco, Gael García Bernal y Mercedes Morán, como también la ambientación de la época, con sus autos, vestimentas y las distintas locaciones.

“Neruda” es una película que a priori exhibe una premisa atractiva y que es desarrollada de una manera correcta, pero que carece de un ritmo más llevadero y dinámico que podría presentar una película que habla sobre la persecución y censura de un partido político, a tres años de haber terminado la Segunda Guerra Mundial.

Puntaje: 3/5