Naturaleza muerta

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

La muerte y la naturaleza

La mayor virtud de "Naturaleza Muerta" (Argentina, 2014) de Gabriel Grieco es la clara intención de componer un relato de género con pasión y esfuerzo.

En el refrito de thrillers y slashers ochentosos el director puede sumarle una visión personal y particular que trasciende y supera el mero relato de terror del asesino persiguiendo a la heroína mientras a su paso todos caen muertos.

La trama del filme conjuga además un mensaje concientizador sobre el consumo de carne animal y hasta en ese reflexionar adulto hay una posición diferente que hace que la película pueda superar cualquier obstáculo técnico con el que se encuentra.

"Naturaleza Muerta" narra la historia de Carla (Luz Cipriota) una periodista que ve como se le escapa de las manos la posibilidad de conducir el noticiero central y es enviadad a un pequeño pueblo del interior del país a realizar una serie de notas relacionadas a la producción ganadera.

Pero en el lugar se topa con el misterio de la desaparición de algunos miembros de la comunidad por lo que decidirá desentrañar la historia desde su lugar y asumiendo riesgos que la pueden llevar a la muerte.

Grieco construye un guión sólido en el que aporta las contrafiguras necesarias para que Carla (Cipriota) pueda erigirse como la heroína del filme con una gran composición de la actriz que recuerda a Gale Wathers (Courtney Cox) de Scream.

Un terrateniente vegano (Nicolas Pauls), un investigador ganadero (Juan Palomino) y dos excéntricos e insistenten miembros de una ong vegana que promueve en, vaya contradicción, un lugar ganadero el no consumo de animales, son los estereotipos con los que la joven deberá lidiar para sacar adelante su investigación.

Película de género con una fuerte dosis de conocimiento del género, "Naturaleza Muerta" se inscribe dentro de una linea de películas que intentan recuperar el terror como posibilidad de narrar otras historias, porque aquí los asesinatos son sólo el puntapié inicial para hablar de otras cosas, como el consumo, el trabajo y la vida en pequeños pueblos.

Grieco resuelve con soltura en su debut algunas cuestiones que en otras manos hubieran caído redundantes y trilladas, pero además lo hace con una habilidad para la dirección de actores y la puesta en escena en paisajes naturales que le suman mucho a la propuesta.

El resultado es un slasher autóctono con mensaje y principalmente la habilidad para entretener y mantener el suspenso hasta la última escena.

PUNTAJE: 8/10