Nadie nos mira

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Nuevo trabajo de Julia Solomonoff, luego de las destacadas "Hermanas" y "El verano de la boyita". En esta ocasión, la excusa es la de las desventuras de un inmigrante en territorio estadounidense. En la Gran Manzana, para mas datos. Eso si, hay que decir que su protagonico no es cualquier extranjero común que busca salir de los infortunios económicos en el Primer Mundo.
No, es uno que en su país, es exitoso pero a quien las cosas no le van tan bien en lo emocional y decide buscar nuevos aires fuera de su zona de confort. El hombre en cuestión es Nico (Guillermo Pfening en una actuación sobria y luminosa), actor de tira local exitosa que cierto día, luego de un planteo serio con su amante (Rafael Ferro) y productor, cansado de que el no reconozca el valor de la relación, decide partir ante la posibilidad de rodar una película en Estados Unidos.
El tema es que la producción de la cinta se demora y Nico no tiene resto para tanto, por lo que deberá apelar a la ayuda de una amiga (Elena Roger) quien esta casada con un americano y cuidar a su bebe para subsistir. Antes, claro, hace otras cosas como llevarse cosas de un supermercado cercano, plagado de cámaras que nadie parece mirar... Nico vive y lucha contra su orgullo y tozudez.
Intenta llevar una vida de profesional que allá no hace pie. Aquí, todo seria cómodo y fácil porque su programa era exitoso. Allí, nadie lo conoce y encima no da el tipo latino: es caucásico y rubio y no consigue papeles porque su acento tampoco es perfecto. Solomoloff utiliza parte de sus recuerdos (ella también vivió en USA y tuvo que adaptarse y ganarse un lugar en esa sociedad) para enmarcar la historia pero quien la viste de sencillez es Pfening.
Su Nico esta plagado de buenos detalles y conocerlo es el centro de la película; la gran ductilidad de su interprete principal hace que el film, con el ritmo clásico de las indies de este tipo, sea agradable y melancólico, sello de su realizadora. "Nadie nos mira" es un relato sobre el desarraigo y la lucha por salir de lo conocido.
Es ese instante en tu vida donde te das cuenta que lo que tenes no te hace feliz y buscas mas. Ese recorte temporal donde tu dolor te llevas a no hacer lo que tu rutina te dicta sino animarte a mas. Y ver que sucede en el afuera. Con aquello que traiga. Sutil y delicado, un destacado regreso de Solomonoff a las salas de su país.