Mustang

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

La ópera prima de la turca Deniz Gamze Ergüven "Mustang: Belleza Salvaje" (Francia, 2015) es una película coral que enfocada en un grupo de hermanas, que de un día para otro ven como su mundo cambia al ser encerradas en su casa por su controladora abuela, intenta denunciar un estado de las cosas en su país relacionada a la mujer y sus libertades.
Porque en el relato, y cuando las jóvenes son obligadas a ocultarse en la vivienda y a "tapar" con feos vestidos y peinados la incipiente sexualidad que cada una destella, desde la más pequeña llamada Lale (Güneş Şensoy) hasta la más grande, la directora quiere hablar sobre cómo durante siglos se ha relegado al sexo femenino en Turquía a un segundo plano.
Ergüven enfoca su mirada sobre la pequeña Lale (Sensoy) para, a partir de ella narrar todo lo que sucede dentro y fuera de la casa, porque a pesar de ser "encerradas" las jóvenes intentarán salir de allí de una u otra manera y dejarse llevar por la pulsión sexual que cada una posee.
La directora narra con un tempo lento todo lo que acontece, construyendo una primera etapa del relato lenta y disgresiva, más contemplativa, para, con la mirada puesta particularmente en las mujeres de la historias, quienes son víctimas de la misoginia del lugar, aparentemente sin otro vector que una tradición extensa de opresión y maltrato, luego dejar lugar a una vertiginosa historia sobre la búsqueda de la libertad.
Esta búsqueda se originará cuando Lale se entere de la prohibición de público masculino en la final del campeonato de fútbol, habilitando así a las mujeres a asistir al lugar, y sabiendo que les será imposible ir, organizará un plan por el cual llegarán al estadio, plan que sin saberlo será la última salida en conjunto con sus hermanas.
Porque a partir de ese momento su abuela y su tío, quien convive con ellas, decidirán planificar las bodas de cada una de estas para así terminar con la amenaza del debut sexual que tiraría a la borda los planes que ellos poseen para las jóvenes y así también recibir las dotes por los matrimonios.
No importa la edad de las mujeres, mucho menos la edad de aquellos con los que las quieren emparentar, en la ambición de su abuela y su tío existe la necesidad de negar la realidad de las jóvenes para que, privadas de su libertad, se vean imposibilitadas de decidir qué hacer con su futuro.
"Mustang" bucea en la Turquía profunda, esa que en la actualidad no muestran las historias que llegan por TV tras el boom de la telenovela "Las mil y una noches", pero que también hablan de siniestros planes en los que las mujeres terminan siendo relegadas a un segundo plano sin poder afirmar su independencia ni mucho menos, siquiera pensar en la posibilidad de crecer en algún otro plano que no sea cocinando o dejándose penetrar por sus maridos por obligación.
"Mustang: Belleza Salvaje" atrapa con bellas imágenes y con el desentrañamiento de costumbres ancestrales ligadas a ritos (bodas) y tradiciones (comidas, preparación de alimentos) que le aportan la cuota de "extrañamiento" necesaria para poder empatizar con este grupo de jóvenes que ve como su libertad y su frescura son robadas por una ambición mucho más grande relacionada a dinero y status social.