Monster Hunter: la cacería comienza

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Dentro de los títulos que comenzaron a llegar a salas porteñas, uno de los más esperados por el público joven, es la adaptación del popular videojuego, «Monster Hunter», saga creada y desarrollada por nuestros amigos de Capcom, empresa top del rubro.
Seguramente podrán vincular a la empresa rápidamente ya que son los responsables de la franquicia «Resident Evil» (prolífica en serio) y de toda su línea en cines, la mayor parte de ellas bajo la dirección de Paul W.S.Anderson (quien si mal no recuerdo condujo todas excepto las entregas 2 y 3). Nunca fueron películas que descollen, pero si han reversionado historias de dichos juegos, de tal manera que generen cierto interés cinematográficos. La suerte, dispar si me permiten decirlo, al menos en términos artísticos.
Anderson trabaja en los últimos tiempos con su pareja, la prestigiosa Milla Jovovich, actriz a la que yo no alcanzo a definir con precisión. No tengo en mente muchos trabajos buenos de ella, pero por razones que escapan a mi percepción, es una estrella. Ambos son un tándem que se conoce mucho y están afilados para armar películas de acción simple en escenarios fantásticos.
En esta oportunidad, conoceremos a un grupo de soldados que hacen un recorrido habitual por una zona desértica, en búsqueda de noticias de otra patrulla desaparecida hace un corto tiempo. Algo extraño en ese recorrido al corto tiempo y una especie de tormenta magnética (o vaya a saber uno qué) transporta al equipo a otra dimensión, en otro tipo de lugar.
Artemis, la oficial a cargo (Jovovich), pronto descubrirá que ese desierto que parece ser el mismo, no lo es, y que peligrosas criaturas van y vienen atacando a todo ser que se mueva en la superficie. Una especie de «Tremors» pero… amplificado.
Luego de atravesar la traumática fase inicial, la soldado encontrará auxilio en Hunter (ups), un aborígen que habla otro idioma y es jugado por el eficiente Tony Jaa. Juntos, tendrán la difícil tarea de sobrevivir en un universo plagado de peligros, enfrentando monstruos a diestra y siniestra, casi sin descanso.
Sin anticipar más, podemos decir que la animación está bien, no hay demasiados diálogos intensos y la película es bastante estruendosa, quizás más de lo esperado. Los aspectos técnicos son ajustados y su mayor mérito es ofrecer abundante acción, con algunas escenas bastante logradas.
Pero no mucho más. «Monster Hunter» es un exponente sencillo de una cinta que no sorprende y apenas cumple su cometido de entretener.