Mira cómo corren

Crítica de Santiago García - Leer Cine

“Una vez que viste un whodunit, los viste todos” dice la voz en off de unos personajes al inicio de la película Mira como corren. Lo dice poniendo a la película en una situación de autoconciencia que es el corazón de la historia. El personaje que dice esa frase Leo Kopernick (Adrien Brody) un director de cine que ha sido contratado para dirigir la adaptación cinematográfica de The Mouse Trap, la obra de teatro escrita por Agatha Christie. Dicha obra está situada en el West End de Londres y la película transcurre en la década del cincuenta, cuando la obra recién comenzaba su legendario éxito.

Esa voz en off explica como funciona este género, cuya mejor explicación hoy en día es decir: la típica trama policial de Agatha Christie. Se entiende, desde el vamos, que la película se convertirá en un whodunit, pero la mencionada frase inicial quiere hacernos creer que será lo mismo pero diferente. La apuesta es grande y a la vez un callejón sin salida. Si sabemos todos y nos quieren sorprender en realidad están haciendo lo que se supone hace el género, sorprender aún en su rutina.

Los dos protagonistas, el inspector Stoppard (Sam Rockwell) y la condestable Stalker (Saoirse Ronan) quienes quedan a cargo de la investigación. Él es un desganado policía veterano y ella una impulsiva novata llega de ganas de investigar. Toda la película basa su encanto en ellos. Son dos personajes hermosos muy bien interpretados. Se merecían más, pero tal vez la apuesta del guión sea esa, priorizar a esos personajes por encima de todo.

Pero la idea de una comedia policial ambientada en la década del cincuenta es más divertida en la teoría que en la práctica. Todo el tiempo se siente el esfuerzo de la película por ser graciosa. Cuando eso se nota, la comedia está arruinada. Tanta fuerza agota al espectador y a la historia. Muchas simpatía, sí, pero nada más que sostenga una película que se vuelve cada vez más aburrida.