Mi abuelo es un peligro

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Lo primero que debo decir es que me cae bien Zac Efron. Creo que es un pibe con talento. De hecho, más allá de que su carrera cinematográfica no registre muchos hitos (no reconocerle que estuvo bien en "The Paperboy" y "Parkland", sería injusto), sabemos que además de ser un gran intérprete, es un actor con condiciones. Lo cual no quiere decir que elija bien sus proyectos.
Lo siento, emparentado (de alguna retorcida manera) a Chloë Grace Moretz, otra gran actriz que viene errando feo en sus decisiones a la hora de elegir guiones. Son jóvenes muy talentosos, pero no vienen (siento yo, es absolutamente personal) acertando con sus elecciones de personajes. Pero esperen...¿Está bueno actuar junto a Robert De Niro? ¡Por supuesto! ¿Y por que fallaría algo así entonces?
Sencillo...la cuestión es ver que estamos buscando... ¿Una comedia grosera y pasatista sobre el sexo en la primera juventud y su contracara en la madurez final? No me suena bien, ha habido una veta en la industria con esto, y jugosa. Ya saben, parece que cuando en el título está la palabra "grandpa", los números dan mejor (de hecho, "Bad Grandpa" de la gente de Jackass recaudó 10 veces lo que costó su producción, superando 100 millones de dólares en el box office), al menos en los Estados Unidos.
El negocio funciona a dos puntas. Para los jóvenes tenemos a Zac Efron (en un lugar cálido, así se saca mucho la camisa) y por el otro, si hay algún valiente de más de 40 en la sala, tenemos a una leyenda en escena, De Niro. Un poco de música, escenas escatológicas para que los sub-30 se rían con ganas (aunque sólo sean groseras) y muchos cuerpos bonitos.
Esa es la estrategia de fondo en "Dirty Grandpa": superficialmente parece que hay una especie de moraleja subyacente pero, todo, es una gran excusa para subir alto los parlantes y emular a MTV verano, mientras nos sigue sorprendiendo como el gran Robert alterna películas muy buenas y cintas fallidas como ésta, aún a su edad.Dan Mazer es el responsable de "Mi abuelo es un peligro" y con pocos antecedentes (alguno potable como haber producido "Borat" y dirigir la interesante "I give it a year") se lanzó a idear la amalgama que una los extermos Efron y De Niro, con poca suerte en pantalla.
La historia es bastante sencilla, Jason (Efron) es un abogado exitoso de unos veintipico de años. Situación ecónomica confortable (y un poco más también), novia rubia y con pretenciones, familia un poco disfuncional. Dick (Dr Niro), un hombre de más de 70 años, retirado, que acaba de perder a su esposa.
¿Qué los une? Un pedido. El abuelo con firmeza solicita al padre de su nieto (David, jugado por el deslucido Dermot Mulroney), que lo traslade por auto, a su casa en Boca Raton. Es como día y medio o dos de viaje del punto de partida y a nadie (excepto a Dick) le parece buena idea.
Pero como es su abuelo, y encima ahora viudo, Jason acepta ser su chofer y llevarlo donde él quiere. Claro, se imaginarán que la pose formal de Dick se termina a poco de encontrarse para salir, él quiere buscar mujeres, fue fiel muchos años (arriba de 40) y alega que su mujer en su lecho de difunta le pidió "que se divierta".
Así es la cosa y ámbos parten para la casa que tiene el abuelo, en auto, en un camino que desviará rápidamente hacia las ciudades costeras, que parecen estar en el "Springbreak" americano (esa época donde se los universitarios tienen una semana libre por vacaciones de primavera).Allí, Jason y Dick conocerán a dos mujeres dispuestas a complicarles un poco la vida: Shadia (Zoey Deutch) y Lenore (una Aubrey Plaza cada día más voraz) quienes junto a Bradley, su amigo gay (Jeffrey Bowyer-Chapman) están tratando de pasarla bien en este receso.
Al joven abogado se le queman rápido los papeles: está por casarse pero descubre que todo este movimiento con este nuevo grupo lo lleva a una crisis que le costará resolver: seguir siendo parte del "modelo" impuesto por su padre o liberarse y hacer... otra cosa. "Mi abuelo es un peligro" se transforma entonces en una explosiva reunión de chicas en bikinis, tragos y lenguaje vulgar que busca potenciar el humor de la contradicción natural entre los dos extremos de la vida: el que es joven y con futuro y quien ya no tiene mucho hilo en el carretel y pretende disfrutar aquello que no tuvo en muchos años.
Si bien de a ratos hay un intento de ponerse serios y darle curso a la problemática, abuelo-nieto, con notas emotivas, lo cierto es que la velocidad de la historia (apoyada en su superficialidad) se lleva por delante esas ideas. Fiestas, DJs, alcohol, más bikinis, autos caros, transgresión, lucha de egos masculinos en la playa, con eso es suficiente. "Dirty grandpa" es el tipo de película que uno ve cuando no tiene ganas de pensar y sólo quiere reirse un rato, de la manera más liviana posible. Pero he ahí el problema: que el humor que propone, a pesar de lo ruidoso que parezca, solo es confusión llevada al extremo.
No hay aquí, ni una buena historia, ni actuaciones aceptables, ni sensación de "me estoy divirtiendo". Tal vez si cuando van a sala están muy pero muy predispuestos, es probable que rescaten algo divertido de lo que vieron, como anécdota para sus amigos, pero seguro, que no mucho más que eso, no será. Mejor tener a este abuelito lejos de nuestra vista (y si lo tuyo es Zac Efron, poné un disco suyo y disfrutalo tranquilo, no te arrepentirás).