Megamente

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Hace cuatro meses tuvimos oportunidad de comentar “Mi villano favorito”, un film de animación con el cual “Megamente” (“Megamind”), uno de los estrenos de la semana, comparte más de un parecido. Ambos se presentan en versiones 3D y 2D y mayoría de copias dobladas al castellano. Pero donde la semejanza se manifiesta más intensamente es en las características de la figura central, ya que en ambos casos se trata de un “villano” que en el fondo no lo es tanto.

Este tipo de personaje ambivalente es característico de muchas producciones, sobre todo del cine norteamericano, donde no todo es como parece.

“Megamente” tiene un comienzo impecable y a gran ritmo con la presentación de dos bebés extraterrestres, el que da el título al film y otro de nombre Metroman que llegan a la tierra (vaya a saber de que otra galaxia) y caen en lugares muy diferentes. Mientras que el primero y central va a dar directamente a una prisión donde los reclusos deciden virtualmente “adoptarlo”, el otro es recibido en un hogar con cuna de oro.
Pasa el tiempo en Metrociudad y volvemos a encontrar a los ex bebés ya adolescentes. Ya a esa altura el espectador percibe claras referencias a Superman, tanto por el nombre del lugar donde transcurre la acción como por las características de los personajes. Para hacer aún más palpable la semejanza aparecerá Roxanne Ritchi, una periodista de mucho carácter que remite en algunos aspectos a Lois Lane y que se enamora de Metroman y desdeña a su rival, que digamos de paso, es de color celeste y con notorio aspecto extraterrestre.
Habrá todavía un cuarto personaje importante de nombre Hal (referencia a Kubrick?), cameraman ingenuo enamorado de Roxana, que tendrá fuerte protagonismo en la media hora final, la mejor del film. No conviene revelar mucho más sobre el profundo cambio que sufre Hal (luego Titan) en esa parte final ante la virtual desaparición de Metroman. Sólo decir que dentro de la hora y media que dura “Megamente” entre el inicio y la inteligente conclusión hay en el medio un profundo bache narrativo difícil de comprender. Y que, sin embargo, en conjunto la propuesta convence amén de contar con otros elementos de interés.

Por un lado, una banda musical sobresaliente con temas de AC/DC, Ozzie Osbourne, Guns N’ Roses, Jeff Lynne (de ELO), Gilbert O’Sullivan, Michael Jackson y música instrumental del gran Hans Zimmer. Por el otro, las voces en la versión original de Will Ferrell, Brad Pitt, Tina Fey y el propio Ben Stiller (también productor).

Quienes como este cronista vean la copia en 2D y en castellano sentirán probablemente la ausencia de efectos 3D, que parece están bien utilizados, debiendo además soportar términos poco habituales como “recórcholis”, “palomitas” o ignotos como “fiesta lechona”. Pero se regodearán con el resto y con un personaje, aún no mencionado, consistente en una especie de simpático pececito dentro de una traje espacial, que asesora a Megamente.