Mauro

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Mentiras verdaderas

Con Mauro, Hernán Rosselli (hasta ahora reconocido montajista y uno de los editores de la revista Las Naves) consigue una de las óperas primas más destacadas del cine argentino en bastante tiempo, que le valió con absoluta justicia el Premio Especial del Jurado y el de la crítica internacional FIPRESCI en la Competencia Internacional del último BAFICI.

No sé si es mejor que tantos otros debuts auspiciosos (me generó una euforia similar a la que en su momento me produjo, también en el BAFICI, Mundo grúa, de Pablo Trapero), pero logra construir un universo propio (temático, estético, narrativo) de una consistencia, una profundidad y una solidez infrecuentes en la producción actual. Y no sólo local.

Con algunos elementos que me hicieron recordar también al cine de José Celestino Campusano (aunque tiene un tono y un vuelo muy distintivos), además de la inevitable vinculación con El dinero, de Robert Bresson, Mauro propone un registro, una descripción del sur del conurbano bonaerense que pocas veces resultó tan imponente e impactante.

Mauro (Mauro Martínez) es un “pasador”; o sea, aquel que se dedica a comprar cosas con billetes falsos (haciendo diferencia con los vueltos) que vive pendulando entre la cocaína y los ansiolíticos. Además, instala con Luis (cuya mujer, Marcela, está embarazada) un taller de serigrafías para imprimir plata trucha. Y, más allá del trío protagónico, aparecerá una misteriosa mujer capaz de seducir al antihéroe (y conmover su previsible existencia), así como varios personajes secundarios típicos de este submundo, con su dinámica, sus técnicas, sus jerarquías, sus códigos y su jerga tan particulares.

Rosselli tiene muy claro qué contar y cómo hacerlo. La puesta en escena, la distancia siempre justa de la cámara, el tono de las actuaciones, los climas conseguidos y el montaje son siempre funcionales a la premisa de sumergirnos en un mundo único, desconocido, fascinante. Una película pequeña y deslumbrante a la vez. Una de las revelaciones del año. Un debut a lo grande.

(Esta crítica fue publicada con algunos cambios durante la cobertura del BAFICI 2014)