Masterplan

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

(Parte de esta review fue publicada en ocasión de la presentación de "Masterplan", en el BAFICI de este año)

Los hermanos Diego y Pablo Levy, conocidos amigos del barrio de Balvanera, quienes ya este año estrenaron comercialmente “Novias, madrinas, 15 años” (http://elespectadoravezado.com.ar/index.php/criticas/2-hemos-visto/354-qnovias-madrinas-15-anosq-del-once-con-amor ) vuelven a la carga, probando con la ficción .En aquel documental, ponían la mirada en la sedería de sus padres, donde nos invitaban a adentrarnos al mundo de la venta de telas para vestidos, desde la óptica de quienes están del otro lado del mostrador.

Nos había gustado (hay review en el sitio de ella), y esperábamos su primera ficción con ansias. Se dio. Contando con el apoyo de muchos amigos y gente del paño, los Levy dan el salto y dejan la venta directa para ofrecer un relato divertido, aneno y muy empático, que hace reír a la audiencia durante muchos tramos de la proyección.

Sabemos que el cast siempre define, y haber contado con Alan Sabaggh, un actor que promete y mucho. Bien rodeado de algunos secundarios coloridos y potenciado por algunos cameos interesantes (que no podemos anticipar), “Masterplan” presenta una historia simple y trillada, pero no por eso exenta de matices.
Mariano (Sabaggh) está a punto de casarse con Jackie (Paula Grinzpan), pero como los números mucho no le dan y aconsejado por un amigo, decide hacer una pequeña estafa con su tarjeta de crédito. La cosa sale mal y a partir de ahí, el protagonista deberá lidiar con su conciencia por lo que hizo (que lo acosa) y las consecuencias reales y materiales de lo que afectó con ese engaño. Básicamente, su auto, que juega un papel importante en la trama.
“Masterplan” se enmarca dentro de las comedias “mainstream” que está produciendo nuestra industria y lo hace bien. El guión tiene altos y bajos, pero el resultado es claramente alentador. Claro, Sabaggh está en su salsa (wasabi?), y se transforma en el eje de un relato cotidiano, visto desde los ojos de un neurótico querible y vulnerable.
Si los Levy arrancan así, con una producción modesta, seguramente tendrán un gran futuro en la industria, y la verdad, se lo merecen porque siempre en sus películas la pasamos de primera.