Malas enseñanzas

Crítica de Javier Porta Fouz - HiperCrítico

Lecciones directas

Una comedia gruesa, de apariencia bestial, suele tener las mayores chances de ser mal recibida. Así ocurrió con la mayoría de la crítica estadounidense, con la gran excepción de la muy recomendable Stephanie Zacharek.

2. Es una suerte que gracias a la presencia de Cameron Diaz se estrene Malas enseñanzas, todavía lamento no haber podido ver en el cine Get Him to the Greek (acá lanzada en DVD con el título Cómo sobrevivir a un rockero), otra comedia de apariencia bestial.

3. Malas enseñanzas es una película sobre una maestra (una mala maestra, Bad Teacher) que cree que su máxima aspiración es encontrar a un marido que la mantenga, y que cree que para eso tiene que ponerse tetas de silicona. Como toda buena película, mientras se cuenta esta historia (en este caso con decenas de grandes chistes) se desarrolla otra: el aprendizaje del personaje. Parece que no pero sí, sólo la apariencia de esta comedia es gruesa y bestial: la maestra aprenderá que el sentido del humor está relacionado con el disfrute de la vida (sexual, emocional, profesional). Esta es una de las líneas de sentido que emergen con la película terminada, revisada, puesta en perspectiva.

4. Otras líneas de sentido tienen que ver con la crítica a un sistema desde la exhibición de la extensión y la fuerza de ese sistema. La educación, los premios, los castigos, las exigencias, entre otros asuntos, son puestos en tensión cómica, con riesgos de corrosión.

5. El ambiente educativo, como en Escuela de rock, también se pone en ácido. Entre mis diversos trabajos previos, se cuenta la docencia en los diversos niveles, y no pocas veces sufrí la lectura completa (y lenta) de hojas impresas con alguna comunicación –frecuentemente irrelevante– por parte de algún directivo antes de… darme el dichoso papel. Esta tendencia a la subestimación y a la ñoñería de parte del mundo educativo (la parte más doctrinaria y tensa, digamos, representada en la película por Amy Squirrel) genera una gran cantidad de redundancia, que intoxica los colegios y se expande por el mundo. Los estadounidenses, para reírse de esa tendencia (para exponerla, burlarla y quizás hasta cambiarla) hacen películas como Malas enseñanzas. Los suizos hacen cosas como esta.

6. No pocas veces he leído sobre “el puritanismo del cine americano” o “la pacatería del cine estadounidense”. A los que escriben eso a cada rato, les pido que vean Malas enseñanzas, y que después me digan en qué otro cine una estrella como Cameron Diaz hace un personaje como este, manosea unas tetas ajenas y se maneja con esta explicitud sexual. Hay pocas comedias así de festivamente gruesas protagonizadas por mujeres, por lo que Malas enseñanzas, además de fluida, ingeniosa, graciosa y bardera, es hasta original.

7. Tiene poco que ver con todo esto, pero hay una publicidad de un teléfono en la cual un padre le insiste a un nene chiquito para que juegue a la pelota con el pie. Y el nene hace, finalmente, una demostración de habilidades. Y el padre mira extasiado. No pasaría de ser otra huevada publicitaria, pero los movimientos digitalizados del nene son espantosos, monstruosos, como de Linda Blair en El exorcista, hasta pareciera tener dislocada la rodilla. Un padre no publicitario no quedaría extasiado, se asustaría y llamaría al padre Karras.

8. Cuando en Malas enseñanzas alguien mira extasiado a Cameron Diaz hay sustento, carisma, fotogenia, talento cómico. Y también en Lucy Punch y Jason Segel. Un país con un cine que da grandes comedias necesita ser un país con grandes comediantes (e importar algunos, como la inglesa Punch). Decía Walt Disney, “la risa es la exportación más importante de Estados Unidos”. Y así como en Malas enseñanzas la protagonista descubre la importancia del sentido del humor para una pareja y sus importantes derivaciones, la frase del viejo Walt señala la importancia de la risa y sus conexiones con la economía y el poder.