Madam Baterflai

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Historias de vida a cámara

Cinco historias relatadas a cámara, las de cuatro travestis y una transexual. Cada una de ellas cuenta sus orígenes, las experiencias propias y ajenas, y las idas y vueltas de su pasado y su presente.

Ninguna se parece a la otra, por su procedencia social o debido a la decisión que tomaron tiempo atrás, con pesar y sorpresa del contexto, pero también con la aprobación de familiares cercanos. Joseph, Paloma, Carolina, Mariana y Marcela tienen diferentes inquietudes, algunas metidas de lleno en el arte o en el papel que ocupan dentro de la sociedad, otras narran su relación con la familia o el hecho puntual y único de ser padre. Carina Sama confía y jamás oculta el carácter pedagógico de su documental, dejando que las historias fluyan entre anécdotas y paisajes que fluctúan entre el dolor y la alegría, pero más que nada, celebrando la elección de las cinco mujeres donde en ningún momento se oculta la esperanza y el día a día desde la supervivencia. Madam Baterflai propone un relato coral con muchas voces, dentro de una estructura de documental con cabezas parlantes que ocupan la mayor parte del trabajo. Desde su honestidad temática, que transmite en todo su desarrollo, también surge el contraste de sus carencias, expresadas desde el testimonio y la figura hablando a cámara, como sucede en los informes provenientes de la televisión. En medio de las palabras, aparece el dolor de la ausencia a través de la noticia de la muerte de una de las cinco mujeres. Allí, la tristeza invade las imágenes pero la directora, cerca del final, anula el dolor con un par de escenas que bordean la emoción con armas más que dignas.