Machete

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Machete es una atípica película de Robert Rodriguez pese a que en principio parece más de lo mismo.
Esta resultó por lejos la producción más politizada del director, quien por lo general se centra en el mundo de la ficción y la fantasía y no suele tratar con temáticas sociales.
Machete puede ser tomada en joda e inclusive ser analizada como una producción clase B que tuvo la suerte de llegar a la cartelera.
Sin embargo, más allá del festival ultra sangriento que ofrece el film (otro elemento atípico con el que no se suele relacionar a Robert) y los personajes estereotipados, la historia de este anti héroe protagonizada por Danny Trejo retrata la problemática de la inmigración ilegal en Estados Unidos con bastante crudeza, donde más allá de los chistes y el humor del director se dice más de una verdad sobre lo que ocurre en ese país.
En ese sentido Machete recuerda bastante al cine de Roger Corman que presentaba cuentos que en principio parecían banales pero detrás tenían mensajes interesantes. George Romero es otro director que siempre se destacó en estas cuestiones.
A lo que voy con esto es que esta película de Rodríguez es mucho más que una celebración del cine de los años ´70 clase B, que se evoca claramente. Que después el espectador prefiera o decida no fijarse en esas cosas es otro tema, pero están ahí..
Sólo en este 2010 Danny Trejo trabajó en más de diez películas. Claro que esta es la única que llegó a los cines. Después de años de remarla como extra y actor secundario Machete le dio la oportunidad de aparecer solo en el afiche de uno de sus trabajos. La gran paradoja de este tema es que en la película el personaje que interpreta Danny terminó siendo un personaje secundario más en la trama.
Ya sea por sus limitación como actor o porque resultara así planteado el guión, la realidad es que Jeff Fahey (excelente actor subestimado si los hay) y Robert De Niro tienen en la historia más peso que el protagonista.
Machete sobresale en las escenas de acción pero no tiene la misma fuerza que el Mariachi, que era un personaje mucho más atractivo.
Con participaciones bizarras de Don Johnson y Steven Seagal (que te hace morir de risa con un par de palabras que tira en castellano) la película es un muy buen entretenimiento para los amantes del cine clase B y el gore.
La trama se hace por momento un poco larga porque Rodríguez se toma su tiempo para presentar la premisa que se trabajaba en el trailer ficticio de Grindhouse, pero al final el balance es positivo.