Machete

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Un machete de la Clase B

Machete (2010) forma parte de la onda retro muy en auge en estos días. En este caso anclada en producciones de los setenta Clase B de súper acción, específicamente realizadas para ser vistas en autocines. El subgénero que transita no es otro que el más puro cine de explotación sin ningún tipo de pretensiones artísticas.

Machete (Danny Trejo) es un ex agente federal puesto en desgracia al ser despojado de su trabajo por el corrupto personaje que interpreta Steven Seagal, villano de la película. Asesinada su esposa, Machete vagabundea haciendo changas de albañilería y peleas clandestinas para obtener algún dinero. Un buen día lo contrata el personaje de Jeff Fahey para que asesine a un candidato presidencial (Robert De Niro) que basa su campaña en exterminar inmigrantes ilegales.

La nueva película de Robert Rodríguez (El mariachi, Érase una vez en México) nace de un trailer incluido en el proyecto en conjunto que realizó con su colega y amigo Quentin Tarantino llamado Grindhouse (2007). El mismo incluía un programa doble con dos filmes, uno de Rodriguez (Planet Terror) y el otro de Tarantino (Death Proof, que aquí se llamó A prueba de muerte) separados por el supuesto trailer del inexistente film Machete. Cabe aclarar que en Argentina no se estrenó en programa doble sino que se vieron ambas películas por separado.

Lo curioso y llamativo de este fenómeno posmoderno –un fenómeno que se desprende de otro, de la onda retro el cine de explotación, y del trailer la realización de un film- es que en ese programa doble el trailer de Machete era más interesante que las dos películas proyectadas, generando una suerte de insatisfacción en quienes rememoraban el cine de autocines de la década del setenta.

Robert Rodríguez, hábil productor con buen ojo para los negocios, se recuesta en el interés despertado por el público a raíz del trailer y pone en marcha la realización del film Machete, con el heroico discurso de querer conformar al público. Y aquí entra en juego el tercer fenómeno consecuencia de la onda retro: la realización de una superproducción para rememorar los filmes de bajo presupuesto.

Falta de ideas más añoranza más nostalgia parece ser igual a éxito comercial, o al menos, una apuesta más segura que crear algo completamente nuevo (no original) de lo cual se desconoce sus posibilidades comerciales.

Pero Rodríguez como dijimos es hábil, y para salirse del lugar estrictamente comercial en el que parece insertarse, convoca actores cuyo momento de auge caducó pero que incentivan y elevan la cuota de nostalgia, añoranza y Clase B de su película. En Machete actúa Steven Seagal, Jeff Fahey, Don Johnson y Robert De Niro (este último es la única estrella que mantiene cierto prestigio aún hoy en día) además de las bellas Michelle Rodríguez y Jessica Alba.

Machete es todo eso junto, como una gran ensalada muy bien mezclada y condimentada que desparrama sabores para todos los gustos. Sigue el estilo posmo paródico de su director, que consta en no tomarse nada en serio, haciendo divertido cualquier derrame de sangre a fuerza de machete en mano.