Machete

Crítica de Daniel Castelo - ZonaFreak

Rodriguez lo hizo de nuevo y sin ceder un centímetro a lo que el mainstream considera correcto a la hora de ser (o parecer) bizarro. Luego de haber partido en dos su filmografía con la enorme Planet Terror (parte de ese combo de subversión delirante que fue Grindhouse, junto a Quentin Tarantino), el gran mex man de Hollywood repite infamia fílmica y escupitajos cinéfilos al que se le cruce. Si Planet Terror fue su Apocalypse Now zombie, Machete es la gran Scarface que su filmografía nos estaba debiendo.

La aventura nos presenta al protagonista de aquel trailer apócrifo que acompañó a Grindhouse en los cines, un hombre armado hasta los dientes y sediento de justicia por mano propia. En este caso, Mr. Machete Cortez (Danny Trejo, nacido para el personaje) combate a los que reprimen a quienes cruzan la peligrosa frontera yanqui en busca de una vida mejor.
En el grupo de los malos hay matones, un mafioso todo terreno (Steven Seagal) y, sobre todo, un senador conservador (Robert De Niro) que no solo lidera una campaña anti-inmigrante, sino que se encarga él mismo de dispararles en la cabeza, con la ayuda de una pequeña brigada de impresentables.
Pero Machete no está solo, cuenta con la derecha (y la izquierda) de la guerrera Luz (Michelle Rodriguez), damisela de armas tomar que, a modo de bonus track, levanta la temperatura cada vez que aparece en pantalla, al igual que la otra femme fatale del cuento, Sartana Rivera (Jessica Alba), otra lady de las afiladas.
En términos formales Rodriguez reprodujo con sucia pulcritud la estética de retoque retro, de fílmico averiado por el tiempo, rayado, salpicado por la sangre de las víctimas del héroe en cuestión, pero también por un estilo propio reforzado en un calculado derrape visual, como fuertes bocanadas de gore dulzón, de humor recargado y brutal. Porque te reís o te reís con las amputaciones de villanos, con las balas que no dejan de salir, con los cuchillos que vuelan certeros hasta el corazón de la víctima.
El amigo Robert tomó impulso y entregó una cumplidora nueva entrega de lo que mejor le sale: cine de posmodernidad radicalizada. Y aquí estamos, aplaudiendo y, claro, gritando por una más.