Los últimos días de Emma Blank

Crítica de Maximiliano Curcio - EscribiendoCine

En esta casa mando yo

Los últimos días de Emma Blank (The Last Days of Emma Blank, 2009) es una historia de apariencias y verdades, donde la avaricia es el combustible del que se alimentan sus personajes. El último largometraje de Alex Van Warmerdam deja verse como un film donde las miserias humanas y las carencias afectivas son una constante inalterable en un mundo carente, superficial e impiadoso.

La dueña de casa está muriendo, o eso parece, y a nadie parece importarle. Salvo a ella, que manipulará a todo su entorno para sacar provecho de la situación. La cocinera, el mayordomo y el jardinero, entre muchos otros, responden sin dudar a las exigencias de Emma, que se escuda en una supuesta enfermedad para conseguir lo que quiere.

El film se enmarca en una tragicomedia, que juega con las ambigüedades que generan el dolor visto con comicidad y un accionar vil y condenable, pero que no deja de causar asombro y a la vez cierta diversión. Toda esta farsa parece encajar perfecto en este bizarro relato sobre soledades y tristezas de la mediana edad. La dirección de Van Warmerdam es un punto a favor a la hora de ensamblar un talentoso elenco y manejar en el público las inquietudes generadas.

Estructurada como una típica comedia negra, eje a través del cual se desarrolla el relato, colocará a Emma en el rol de la titiritera de esta historia. El director no juzga ni castiga a sus personajes, pero deja ver, sin filtro alguno, el accionar de esta mujer ejerciendo despotismo sin piedad.

Este disparador en la trama tiñe al film -que compitiera en el festival de Venecia en 2009- de un halo plagado de tensión, de una atmósfera incomoda y en continuo peligro a punto de estallar. Detrás de este accionar subyacen el miedo que tiene Emma sobre su destino y la obsesión que le provoca la idea de morir, escondiéndose algunos secretos que el espectador irá develando a medida que la historia transcurra.

Van Warmerdam nos habla del poder de la manipulación y de los alcances de la violencia psicológica en medio de un hábitat familiar disfuncional. Al explorar más esa superficie, es cuando sale a la luz la carga dramática más poderosa del fillm, generando morbo, perversión y curiosidad.