Los santos de la mafia

Crítica de Manuel Germano - Ociopatas

A lo largo de sus seis temporadas, "Los Soprano" se ha convertido en una de las series más exitosas de la historia en Estados Unidos. Aclamada por la crítica y el público, la ficción ha ganado numerosos premios. Catorce años después de la serie, su guionista y creador, David Chase (quien también escribió el guion de esta película, junto a Lawrence Konner), relata aquí la historia de una familia involucrada en la mafia de Newark, Nueva Jersey, a finales de los años "60, caracterizada por el odio racial y la continua lucha entre las pandillas por el poder y el territorio.

En ese contexto, el filme retrata la niñez y adolescencia de Tony Soprano (Michael Gandolfini), nacido y criado en un ambiente donde el crimen y la violencia eran moneda corriente, sobre todo de la mano de su mentor, Dickie Moltisanti (Alessandro Nivola), personaje principal al que recurre Alan Taylor para llevar adelante el filme.

A través de la historia de Dickie y su red de contactos, amores y enemigos, Taylor construye una historia sólida y compleja. Las relaciones personales y de poder que desarrolla la película son muy variadas y responden a diferentes intereses. Es interesante esta precuela porque funciona también como un producto único independiente de la reconocida serie.

CONVERSION

Sin Dickie, Tony Soprano no hubiera podido convertirse en el jefe de la mafia. La película no refleja esa conversión, cómo ese adolescente casi inexpresivo se transforma en lo que la serie luego desarrolla, aunque sí da ciertas pistas para poder inferir cómo la devoción que Tony sentía por Dickie lo llevó de alguna manera a seguir sus pasos. "Tu consigues todo lo que quieres", le dice el personaje de Tony a Dickie con ojos de fascinación. Sin ninguna motivación ni ejemplo a seguir en su propia casa, Tony ve en Dickie una figura ideal para poder obtener lo que desea.

El reconocido elenco compuesto por actores estadounidenses e italianos representa con logradas actuaciones los variados personajes que la película expone. La producción de "Los santos de la mafia" es impecable, y uno puede remitirse a partir de su realización y narrativa a clásicos del cine como "El Padrino" o "Buenos muchachos".

Posee el filme una gran dosis de violencia y también ilustra ciertos dramas personales, pues Dickie y su entorno se ven involucrados en otros asuntos que escapan estrictamente a los del negocio. Se recorren en la película un sinfín de situaciones inesperadas que atrapan al espectador. Una muy buena opción para disfrutar en pantalla grande.