Los indestructibles 2

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Viejitos ¿piolas?

En las charlas posteriores a la función de prensa había cierto consenso entre mis colegas de que esta segunda parte de Los indestructibles es “mejor” y “más divertida” que la primera. Puede ser, pero también es cierto que en la original el “chiste” (ver de regreso a las viejas glorias de la acción ochentera riéndose de sí mismas) funcionaba mejor, al menos porque era una novedad. Esta vez, ver a Arnold Schwarzenegger diciendo varias veces “I’ll be back” o escuchar bromas sobre Rambo ya no generan igual efecto.

Tras una muy buena secuencia inicial (un rescate a pura explosión), el film propone una sucesión de escenas de acción bastante básicas (la bomba que está a punto de estallar y es desactivada cuando quedan pocos segundos, el cargamento de plutonio que hay que recuperar, la venganza que hay que concretar tras un asesinato a sangre fría), muchos one-liners “de manual” que terminan siendo bastante torpes, participaciones breves de Chuck Norris, Bruce Willis y Schwarzenegger con ciertos pasajes pensados para que se luzcan, un duelo entre Stallone y Jean-Claude Van Damme y no mucho más.

Con un tono autoparódico (“somos piezas de museo”, admiten) que por momentos está demasiado cerca de la autocomplacencia, Los indestructibles 2 puede verse como un capricho de viejos con espíritu de niños, como un placer culpable, como una explosión de adrenalina / testosterona o como un regreso a las fuentes de un cine de acción que ha muerto, sepultado por los nuevos/viejos superhéroes y por los films “complicados” como la saga de Bourne.

El director es Simon West, cuya filmografía (¿prontuario?) incluye Con Air, Tomb Raider y El mecánico. West mantiene todo en un terreno previsible, sin llevar nunca el film a un lugar de gran lucimiento formal ni a un tono de absurdo absoluto. A esta saga le vendría muy bien contar con viejos directores que conocen de estas lides (un John McTiernan, un Walter Hill) o bien con un Quentin Tarantino que le saque el jugo por otro lado. Mientras tanto, deberemos conformarnos con películas medianamente eficaces, medianamente divertidas. Medianas.