Los fuegos internos

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

“Los Fuegos Internos” parte de una idea del Cisne del Arte, un colectivo de producción interdisciplinaria de objetos artísticos y comunicacionales en relación con la salud mental; que funciona en el marco del Servicio de Rehabilitación del Hospital Dr. A. Korn. Dentro de sus variados procesos, en esta ocasión, elijen contar una historia mediante el lenguaje audiovisual partiendo de una construcción colectiva del guión. El mismo surge desde distintos talleres realizados con los protagonistas de esta historia, quienes participaron de la escritura acerca de lo que desean contar de sus historias y del funcionamiento del hospital en dónde se encuentran confinados.
Llevado a cabo íntegramente en La Plata y sus alrededores, la idea data de fines del 2012 y el metraje que compone el film fue rodado en 2013. Este proceso colectivo respeta la perspectiva de los protagonistas y sus vivencias: relatada por los mismos internos del hospital (el mencionado nosocomio platense), cuenta una historia de amistad entre tres personas desde la subjetividad de la primera persona. Aspecto crítico que demanda al sujeto emocionalmente, circunstancia ante lo cual resulta pertinente trabajar la distancia emotiva de una construcción narrativa que, si bien se basa en hechos verídicos, el dispositivo audiovisual lo convierte en ficción.
Cabe aclarar, que los internos tienen experiencia dentro del trabajo artístico -en artes literarias, musicales y de la comunicación radial-, no obstante se potencia lo estrictamente cinematográfico de cada historia; también haciendo hincapié en la espontaneidad del relato y en el lenguaje de la expresión corporal, más que en el esquema de representar un acto concreto. Oportuno resulta mencionar el libro ‘Conversaciones con Enrique Pichón Riviere (sobre el arte y la locura)’ de Vicente Zito Lema. Más precisamente, en el capítulo VIII autor e interlocutor abordan la problemática de la amplitud creativa, el arte y la locura, posicionándose en la impar figura de Antonin Artaud y su crisis espiritual. Riviere decía que ‘Artaud no es poeta por su demencia. Él es poeta pese a su demencia, luchando, a su manera contra ella. La alienación deteriora, imposibilita la verdadera creación. La poesía, en Artaud, es su unión con los hombres. La enfermedad es lo que lo aleja, y lo destruye’.
A propósito de lo cual, podemos trazar un paralelo con el presente documental dirigido en co-autoría por Ana Santilli Lago, Malena Battista, Ayelén Martínez y Laura Lugano: “Los Fuegos Internos” nos trae historias inspiradoras que nos sensibilizan sobre realidades que vive el campo de la salud mental. Su visionado, también resulta un llamado de atención -y la atenta escucha acerca de una verdad dispuesta a ser compartida- para aquella sociedad los ha estigmatizado, del modo más condenable, inhumano e insensible, con la palabra ‘locos’.