Los agentes del destino

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Elige tu propio amor

Los agentes del destino es un film romántico dentro del envase de un film de ciencia ficción. La propuesta es interesante y no debe llevar a error a la hora de evaluar a que género pertenece la película.
Los amantes de la ciencia ficción encontrarán elementos más que interesantes –el guión está basado en una obra de Philip K. Dick, además–, pero quienes deseen ver un film romántico obtendrán más de esta película. Poco importa la lógica del guión y de los hechos que narra el mismo, sin embargo, y por tratarse de un film lleno de escenas sorprendentes, no es correcto adelantar aquí nada del núcleo del argumento. Un polémico pero popular candidato a senador conoce a una joven bailarina inglesa (carismáticos como siempre Matt Damon y Emily Blunt) y entre ellos surge una atracción que entra en colisión con un plan más grande dictaminado por fuerzas mayores. La alteración de ese plan será la excusa argumental que le dará tensión y suspenso a la película, pero ese no es el tema del film. Los agentes del destino trata sobre la irracionalidad del amor y la pasión, y de cómo esto cambia el destino de las personas, más allá de cualquier lógica o sentido común. Habita, pues, detrás de esta historia de fantasía, una mirada y una reflexión sobre la fuerza del amor contra todo lo que el universo le opone. Sin duda el film romántico se sirve de la ciencia ficción aquí para realzar de forma visible sus metáforas, algo muy propio del género de ciencia ficción, donde cualquier idea que expone es a través de elementos concretos de la trama y no de abstracciones. Así, el destino está materializado y representado literalmente por personas y objetos.
Esto hace que la película sea apasionante y entretenida, sin que por eso deje de ser inteligente ni que pierda el espacio para la reflexión del espectador. Está en el corazón mismo del romanticismo, pensar que el amor entre dos personas es motivo suficiente para intentar desafiar a todas las fuerzas del mundo, no importa que tan gigantescas y omnipotentes parezca. No se da muy seguido, pero Los agentes del destino tiene la capacidad de aunar al público de las películas románticas y al de las de acción y ciencia ficción. Y el altísimo suspenso que logra el director George Nolfi le imprime al relato se ve potenciado por la intensidad de los sentimientos que la película posee. Todo esto en el marco de la ciudad de New York, filmada con la misma pasión que tiene la pareja protagónica.