Lo que nunca nos dijimos

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Lo que nunca nos dijimos

Pese a algunos desaciertos en cuanto a puesta y diálogos, “Lo que nunca nos dijimos” (2016) de Sebastián Sanchez Amunategui es un ejercicio narrativo en el que más allá del conflicto central de la propuesta hay una búsqueda, enmarcada en el melodrama, que redobla el esfuerzo por universalizar su relato.

En la historia de una mujer (Flavia Atencio, también guionista del film) que regresa a un país que ya no le pertenece para reencontrarse con su madre (Ana María Picchio) quien se encuentra abocada a cuidar a su marido a punto de morir.

El título refiere a varios secretos que se irán revelando a lo largo de la narración y que apuntan a trabajar tópicos sobre la identidad, la sexualidad, la familia, los mandatos, la aceptación, entre otros, quizás muchos para un film de hora y media, pero que fluyen en un guión realista y empático. Atentos a la inmensa Catalina Saavedra (“La Nana”) en un secundario que potencia todo.