Lo habrás imaginado

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

El peligro se presenta en la vida de Abril (Diana Lamas), cuando reaparecen su tío Ángel (Mario Pasik) y su gran amigo de la adolescencia Guille (Carlos Portaluppi), en vísperas de las fiestas de fin de año. Ambas apariciones esconden estrecha relación con una investigación judicial acerca de oscuros secretos de la familia de Abril, que deberá entonces encontrarse con la inevitable trama política que esconden sus vínculos. Una batalla entre la justicia y el poder demostrará que la trata de niños es un poderoso negocio internacional con demasiados cómplices y poco culpables. El cine negro se nutre de la literatura noir, reformulando aquí las bases de un género ultra transitado, con mayor o menor suerte dentro de nuestro terreno nacional.

Este policial, un tanto esquemático a la hora de caracterizar a situaciones y personajes que abundan en lugares comunes genéricos, nos muestra a la directora Victoria Chaya Miranda desenvolviéndose hábilmente a la hora de manejar los hilos de tensión. El relato pretende mostrarnos que es aquello que sucede bajo los estamentos de la justicia, acaso la oscuridad en donde se desarrolla se corresponde con los sombríos espacios en donde transcurre el mismo, en permanente puesta en evidencia de una realidad que vive en el silencio -como en tantos estamentos de nuestras instituciones-, dejando librada a la imaginación parte de esta verdad acallada.

Qué se imagina de aquello que no se verbaliza acerca del abuso infantil quedará a juicio del espectador. Aún con previsibilidad, la eterna búsqueda de justicia colocará en el centro de la historia a personajes que se mueve al margen de la ley, enfermizos y atestados de corrupción. La construcción de personajes a través del dialogo y la acción apela a un elenco de notables intérpretes (Mario Pasik, Osmar Nuñez, Diana Lamas y Carlos Portaluppi) para denunciar los ojos ciegos de la justicia, y también del ámbito familiar. Un cine de denuncia que expone aristas del poder que ocultan bajo impune accionar, perpetrando la corrupción que avala sus prácticas.