Lincoln

Crítica de Agustín Neifert - La Nueva Provincia

Propuesta cargada de historia

La historia que Steven Spielberg narra en este filme se desarrolla desde los primeros días de enero de 1865 hasta el 15 de abril de ese mismo año, cuando Abraham Lincoln fue asesinado mientras asistía a una función de teatro con su esposa Mary Todd y su hijo menor.
El guión escrito por Tony Kushner (el mismo de Munich) está parcialmente basado en el libro Team of rivals: the political genius of Abraham Lincoln , de la historiadora Doris Kearns Goodwin, editado a mediados de la década pasada. Spielberg comentó que la figura de Lincoln le interesó desde que tenía seis años.
Lincoln fue el decimosexto presidente de Estados Unidos y el primero por el Partido Republicano. Asumió su mandato el 4 de marzo de 1861 y fue reelecto en junio de 1864, durante la Guerra de Secesión o Guerra Civil, que comenzó en 1861 y produjo 750 mil muertos.
Durante el período evocado por el filme, Lincoln logró terminar la guerra y que el 31 de enero de 1865 la Cámara de Representantes (el Senado lo había hecho previamente) aprobara la 13ª Enmienda de la Constitución, que abolió la esclavitud.
La enmienda de marras confirmó la emancipación de los esclavos que Lincoln había proclamado en 1863. Sus grandes objetivos fueron, precisamente, terminar con dos siglos y medio de un sistema económico basado en la esclavitud, concluir la guerra y unir a la Nación.
Pero además de esos temas, a Spielberg le interesó rescatar la incansable dedicación de Lincoln a sus funciones de presidente y líder de uno de los bandos en pugna, y su conflictiva relación con su esposa, que no alcanzaba a elaborar el duelo por la pérdida de dos de sus hijos.
Spielberg lo muestra como un hombre reflexivo, envuelto en dudas y contradicciones, pero decidido a concretar sus objetivos, aún apelando a intrigas y triquiñuelas políticas y turbias negociaciones, porque la política --según el director-- "no es el reino de la pureza".
En esa tarea desarrollada por Lincoln también adquieren relevancia los personajes del republicano Thadeus Stevens, interpretado con la solvencia de siempre por Tommy Lee Jones; y el negociador W. N. Bilbo, asumido por James Spader, en su feliz retorno al cine.
Pero el gran protagonista de este filme es el británico Daniel Day-Lewis, legítimo ganador del premio Oscar de la Academia de Hollywood, cuya presencia llena la pantalla y valoriza cada una de las escenas en las que interviene, que son la mayoría de la película.
La película incluye sólo dos secuencias referidas a la Guerra Civil. La primera muestra una batalla y concluye con un revelador diálogo de Lincoln con dos soldados negros, y la segunda ocurre hacia el final del relato, donde se pueden observar las terribles secuelas de la batalla de Petersburg.
Por su estructura, Lincoln es casi un filme de cámara, porque muchas de las escenas se desarrollan en ambientes cerrados, ya sea en la casa de gobierno, en el hogar del presidente o en reuniones políticas donde impone su carisma, pero sustentado en sus profundas convicciones.
Quizás por ese mismo carácter la película registra un exceso de diálogos, lo que no es habitual en el cine de Spielberg, y ésta es la principal observación que se le puede formular, además de cierta lentitud narrativa y reiteración temática.
Sin embargo, Lincoln nunca deja de ser una propuesta apasionante y cargada de historia, que Spielberg recreó con mesura, sin afanes panfletarios, procurando privilegiar el perfil humano y de estadista del personaje.